Trabajo
- publicado el 14/04/2009
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El vértigo
Un vértigo siento al oír tus pasos,
Que en mis sienes late al mirar tu boca,
Se hace temblor cuando tu piel me toca
Y yo ya no soy yo al caer en tus brazos.
Lanzado de mí mismo, arrebatado
Por la tormenta de tu piel de arena,
Me dejo devorar entre tus piernas,
Cautivo de tu cuerpo desatado.
Como un náufrago del seno expulsado
Del bravo mar por las ardientes olas,
Me recobro y respiro sobre el lecho
De tu vientre jadeante de amapolas.
¿Me recobro? Si yo ya fui deshecho:
Otro soy, por tus besos hechizado.
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