Luz
- publicado el 15/01/2014
-
Sin postre
Suspiró profundamente y recogió dos cubiertos. Ella esperó cinco minutos y sin nada que cenar recogió el resto de la mesa y dejó las lágrimas en el desagüe de la cocina. Los niños se hacían mayores de forma irremediable, las preguntas empezaban a no tener respuestas y el mes no acababa de llegar al maldito final.
Se secó los ojos, preparó un vasos de leche con medias galletas y se dirigió a la habitación donde encontró a sus hijos abrazados y muertos de hambre.
Últimas entradas de Didac Marin (ver todo)
- Sin postre - 07/02/2014
- Violetas - 07/02/2014
- Acabé - 07/02/2014