Despechada
- publicado el 15/02/2014
-
Casi Ángeles
Tus manos recorren mi cuello,
Tu boca se roba mi aliento,
Tus ojos se beben mi alma;
Mi corazón acelera su marcha.
Tu dedo prudente y discreto
Avanza despacio, rosando mis pechos;
Mi piel erizada no me dice nada,
Se calla y percibe tu lengua agitada.
Tu cuerpo y mi cuerpo se hablan,
Se entienden sin decir palabra;
Se sienten, se tocan, se aman.
Y al llegar el día, la gente nos tacha
De impuras, de raras lesbianas;
Y tú y yo batimos las alas.
Alan del cid.
Últimas entradas de Alan del Cid (ver todo)
- Casi Ángeles - 16/02/2014
- Ojos de Mar - 21/01/2014
- La niña de Guatemala - 17/01/2014