El Restaurante Ming
- publicado el 01/08/2008
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Y AHÍ ESTÁS
Te seguí,
creí seguirte al menos.
¿Es posible rellenar tu hueco,
podrá esa pared alejarnos,
el tiempo mitigar el sufrimiento?
Te seguí hasta aquí.
Te seguiría siempre.
Sólo una vez más,
una,
una más…..
Y ahí estás. Te encontré, al fin,
tras la pared.
Pared revestida, decorada, fina
pero barrera, en definitiva.
Barrera infranqueable entre dos mundos:
el tuyo y el mío.
Pequeño hueco
pero enorme a la vez.
Fino telón, de arcilla y mármol,
que cayó un día,
¡ese día!
Para todos los días.
Tras la pared, tu pared,
mundos separados, opuestos.
Luz contra tinieblas.
Gentío, sol, lluvia….¡vida!
contra soledad y oscuridad.
Pero vives, tras la pared,
en el recuerdo de las tardes de playa
de las risas, de los llantos…….
De la vida.
Vives tras la pared. No sólo ahí.
También tras la pared de mi corazón.
Vives.
Tras la pared de mi pecho.
De mi ser.
¡estás, estarás, estaremos!
Para siempre.
Y ahí estás,
Tras esa pared.
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