Sé pulcro.
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Los hombres intentan purificarse manchándose de sangre. Es como si, después de haberse manchado con barro, quisieran limpiarse con barro. [...]
El alma existe
¡Es el alma quien siente!, comprendí cuando los gusanos comenzaron su trabajo. La diferencia con estar vivo es la indefensión. Pensé en las terneras. No hay alivio en la muerte.
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Arriquitaun: No deberían admitirte en el concurso y, ¿sabes por qué?, pues te diré que son TREINTA, TREINTA palabras las que he contado y se suponía escribir el relato en menos de TREINTA… te has pasado «listillo», estoy muy, pero que muy enfadada, porque los demás estuvimos contando y rebanándose los «sexos» para no llegar a esa cifra y pasándolas «canutas» para ver la palabra que nos sobraba y «tacharla», hasta seis veces, con el dedito y los ojos «empitoñados» y a punto de mandar el relato al c——!. Nada, nada, voy a llamar móvil del Presidente del Tribunal para «chivarme» por si a ellos no se dan cuenta.
Las «reglas» son las REGLAS…¡Y HAY QUE CUMPLIRLAS y ACATARLAS!, SÍ O SÍ, ¿enterado?
Kutufa Visillo.
Disculpa, en las bases se especifica un máximo de 30 palabras, por lo que entraría legalmente en el concurso, ya que además está categorizado correctamente («Concurso de Microrrelatos de Terror 2017», y no simplemente «Terror»).
Un afectuoso saludo.
¿Podríais suprimirme este comentario que puse ayer, me confundí y no quiero que se publique. Gracias. Kutufa.
Supongo que, si no cumpliera, me retirarían del concurso llegado el momento del juicio. Que esté aquí, no genera perjuicio porque la premiación queda a cargo de un jurado, no de la votación popular. Gracias por avisar, de todas formas, estaría a tiempo de cambiarlo. Recomiendo a quienes se presenten que lean con cuidado las bases del concurso. En este caso, los puntos dos y tres resuelven el conflicto:
2) El microrrelato debe estar publicado bajo el género Concurso de Microrrelatos de Terror 2017.
3) La extensión del relato es de un máximo de 30 palabras.
Gracias ¡GUAPERAS!, precisamente os suplicaba que me borráseis el comentario por ser una broma pensando que era un primo mío el que escribía y ahora me enteré de que no, asique para que no le parezca mal a Arriquitaun, si haces el favor me lo borras pues no sé cómo hacerlo. Gracias. Kutufa Visillo.
¡No hay problema! Tampoco sé cómo hacerlo, jajaja.
Querido Arriquitaun: ya ves que me deshice en disculpas y pedí S.O.S. para que me borraran el comentario. Creí que eras un primo mío que usa ese nombre y fué para meterme con él.
Te agradezco no haberme mandado a la M—— por tal osadía, pero ha sido todo una broma que siento haya ído a parar a tí.
Gracias por no ponerme «verde», o roja, aunque aquí no se vería me lo harías sentir.
¡Ojalá ganes porque me gustó mucho!, lo de sentirte como ternera tiene su «chispa».
Un abrazo y mil perdones.
Kutufa Visillo.
Y…el primer impulso fue arrebatarme y atacar con fiereza, siendo sincero, pero supuse que podía haber algo detrás que no percibiera. Y contenerme salió bien, jajajja ¡Suerte para ti y para tu primo!
Creo que el microrrelato no se ajusta propiamente al término terror, más bien es algo tipo intriga psicológica o poético (más por Poe que por la poesía). ¡Pero gracias por los ánimos!
Un saludo
Gracias Arriquitaun, te agradezco haberte tragado tu ira… tienes razón y eres listo por ver que si había algo «detrás» y haberme salvado de una buen «rapapolvo», jajaja, me hubiese sentado fatal por no ser para nada, esa mi intención.
Creo que tu microrrelato se ajusta perfectamente, pues sólo pensar en los «gusanos» haciendo su «trabajo» pone los pelos de punta y efectivamente la «indefensión» a no poderles echar un insecticida es lo más terrorífico… ojalá no nos demos cuenta en esos momentos, por si acaso, deberían meternos en la caja al menos un «antipolillas», jajaja, tenemos sitio para más «cadáveres», jijiji.