Crónicas de un Requiem anunciado

Llegó la sangre al suelo
antes que el cuerpo,
incluso sentí tu alerta
antes que mi miedo.

Escupió mi cuerpo el calor
antes de llegar tus dedos,
hasta grite en tu idioma
antes de aprenderlo.

Deshicieron la forma de tus gestos
antes de perderlos.
también busqué el trazo
que dejaron tus manos.

No es
que no me acerque si me llamas
es que ya no tengo pies para hacerlo.

No es
que no te hable como cantaba
es que ya no te tengo
como cuando me escuchabas.

No es
que ya no te mire
es que no me hace falta
levantar estos párpados
que pesan y bajan
sobre pupilas obligadas
a despedir
la ultima imagen borrosa de tus ganas
inclinada y cercana
a mi cara blanca
que se apaga

y mis manos quietas
que perdona si no te tocan
pero es que ya no se mueven
dicen que en esta forma
desaparecerán
junto a la eterna causa
de lidiar
con el hueco en el pecho que me falta.

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