Programa electoral

Queridos ciudadanos

Seré breve, la verdad es que tengo mejores cosas que dedicarme a escribir estas líneas cuando prefiero gastarme vuestro dinero del mes en hacer viajes con mi familia.

En cuanto tenga el poder comenzaré a quitaros la sanidad, ya sabéis, para que os muráis en vuestras casas esperando a que llegue la lista de espera o bien porque en la planta donde estáis ingresados la enfermera y el médico no pueden atender vuestro infarto porque están intentado salvar en la habitación contigua una convulsión. ¿Para qué tantos enfermeros y médicos? Uno por planta es suficiente, y  dad gracias que hay hospital

Después, cuando ya esté satisfecho, me dedicaré a la educación. Cuanta menos gente inteligente y culta mejor… será tanto lo que me ensañaré con vosotros en este tema que tendréis que sacar punta a los lápices con una cuchilla y utilizar los cuadernos del año pasado, así que ir diciendo a vuestros hijos que no utilicen los bolígrafos para poder borrar, y por supuesto, olvidaros de cualquier beca por mi parte para que os ayude con la carrera de los niños, me interesa mucho más explotaros para que os las apañéis vosotros solos a que me robéis a mí el dinero de los demás. Faltaría más…

Voy a estrujaros tanto, a rebajar tanto vuestros salarios que tendréis que echar de imaginación para hacer tortillas de patatas sin huevo y sin patatas, incluso la marca “Hacendado” os parecerá cara con la subida de impuestos. Lo mejor que podríais hacer es tener un pequeño huerto detrás de vuestras casas de 20 metros cuadrados (o chozas, como prefiráis llamarla) ya sabéis, para intentar ahorrar algo –y no digáis que soy malo, estoy dando ideas- y si os ponéis enfermos lo mismo, leche caliente y a dormir, o utilizad “cura, curita…” ya lo decía mi abuela…

Sólo te estoy avisando de una muerte lenta y agonizante. No tendrás peor dolor que ver morir a tu hijo porque no tuvo oportunidad de pagarse a un tratamiento o verlo triste porque el regalo de Reyes es un “Dibuja y colorea” del año anterior borrado por ti durante la cabalgata de reyes. Sentirás lo que es dejar tu trabajo para cuidar a tu madre porque no habrá residencia que la acepte por ser dependiente las 24 horas del día por otra persona. Sentirás en tu carne lo que será que un libro cueste más que la botella de ron para ahogar las penas en alcohol. Vivirás pegado a un teléfono durante todo el día por si sonara alguna oferta de trabajo (y quizá te llamen cuando no tienes batería porque te cortaron la luz). Sabrás lo que es vender la cadena de oro de tu abuela, el anillo de matrimonio o los muebles de tu casa para pasar el mes siguiente.

Pero, sea como sea, no te preocupes, todo será tan lento y con cariño que ni te darás cuenta y al final… me cogerás hasta aprecio.

Atentamente

El presidente de tu gobierno

 

Orion
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2 Comentarios

  1. H. Purr dice:

    Ole tú mil veces :). Chapeau!

    1. Orion dice:

      ¡Gracias! 🙂

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