¿Temor a la Oscuridad?
- publicado el 11/08/2008
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Siete: del suicidio que no lo fue.
Papá:
Hoy es otro día donde no pasará nada trascendental; de los que sabes que no habrá ni cómo ni quién te cambie la vida. Acepto que soy desde siempre un apático, un indiferente; pero pasa que hoy no me siento yo. Sé que no importan los pretextos; sé que terminarán pensando que no soy quién para tomar una decisión tan ingrata. “Eres tu familia” – me has insistido tú – , y con toda la razón. Después de todo, puedes estar convencido de que entiendo el valor que tienen esas palabras. Hago mal tal vez en citarlas considerando lo que he decidido para mí, pero tú has sacrificado todo orientándome, y no he hecho más que quejarme sin agradecértelo. Fui por la vida menospreciando a la gente, eso no me importó jamás, y no voy a poder compensar eso nunca. Voy a irme pensando que dejarte puede ser matarte en vida, tras perder a mamá, y me siento tan miserable por ello. Haré esto para detenerme, y así puedas creer que al menos, al final, llegué a concientizarme del mal que hice a todos por tantos años, y sobre todo, incluyendo del que te hice a ti. A los demás cuéntales esto, que sea tu manera de explicar porque dejo lo amado; que sepan que no fallaste como padre. Me voy aferrado a pensar en que todo estará mejor sin mi, que te aliviará mi ausencia tarde o temprano. Has hecho mucho por ayudarme, pues has quitado de mi tanta malicia; por eso, la culpa de esto es mía. Mi vida parece regresar a lo mismo, y tú pareces cansado de mi necedad. Yo mismo me convertí absurdamente en esto, y lo sensato es que lo termine por último yo mismo también. Papá, lo último que te pido, y sé que lo harás, es que te disculpes por favor en mi nombre con aquellos que lastimé ; tu palabra seguro podrá reconfortar más su existencia que mi propia muerte. Sé que será muy desgastante hacerlo, pero siempre puedes leer estás palabras para ayudarte a explicarles. Esta, finalmente no es solo una simple nota, es mi única despedida; mi ruego y perdón a posteridad. Te juro que tu único hijo te amará aunque su cuerpo no esté más. Después de todo, será mejor para todos, y tú habrás encontrado la paz que mereces. Te dejo junto esta nota nuestra foto del viaje a Playa Maribo, felices ambos con mamá; ella fue todo para nosotros, y aunque no sé si la veré a donde voy, puedes estar seguro que me voy deseándolo. Huir así es un acto cobarde, pero estoy seguro que hacerlo es lo más justo para intentar redimirme de mis fallas. Tras lo que pasará, te prometo que de dónde esté, cuidaré por siempre de ti.
Tu hijo que te amará eternamente, Jonas
- Siete: del suicidio que no lo fue. - 21/03/2014
Absolutamente genial! Muy buen trabajo. Atrapante y deliberadamente confuso, me quito el sombrero Arce…
Muchas gracias por tu comentario, Camila. Siempre es motivador leer algo así. Saludos.
¿Cómo esto no tiene más likes? Espero que lleguemos a la final (yo también entré)
Muchas gracias, Israel. Me gustaría leer tu texto, ¿cómo se titula?
pfffff me dieron muchos escalofríos! muy bueno
bravo bravo! 😀
¡Muchas gracias!
Saludos.