Dejar de amar

Mi vida es monótona, silencios en una casa compartida con alguien que digo querer y que no hago más que alejar.
Prefiero pasar más tiempo fuera de casa que dentro pero debo de volver al menos para dormir.
Todo tan igual, el sonido de la llave al abrir la puerta, mis pasos húmedos por la lluvia habitual de la ciudad, tan igual pensé, pero, aquel día de igual no había nada…
Una nota en la mesa, el temor es inevitable…
Te quiero, así empezaba aquella nota…
Nos acostumbramos al dolor, al silencio, a las esperas, a dejar caducar la paz de nuestras conversaciones.
Sentía un escalofrío recorrer mi piel cada paso que daba para terminar de leer.
Olvidamos sentir, abrazarnos, maldecimos la hora que nos conocimos porque nos acostumbramos a odiarnos, a no esperar nada.
Ya no quiero respirar este dolor, no tengo paz, no me atrevo a terminar contigo pero ya he tomado una decisión, a donde voy…no me podrás seguir; Sin lágrimas, sin comprometerte, sin comenzar de nuevo…
No entendía nada de lo que leía… tras terminar de leer esa nota, dónde estaba ella?…la busqué en todas las habitaciones, mientras mi desesperación aumentaba mi corazón ya latía sin mí…
La encontré en la bañera parecía un ángel pintado de rojo, el corazón se me rompió al igual que sus latidos…
Si el fin es el principio de algo nuevo, ¿qué es esto?…
El miedo me golpea mientras abrazo su cuerpo intentando que no se vaya…
Que egoísta fui, no hay vuelta atrás, nunca vi que mientras yo veía monotonía tú creías que te dejaba de amar…
Cómo me recordarás ?, cuál fue tu último pensamiento?, sentiste tanto miedo como siento yo ahora…?

Pd: Desde ese día traigo la ilusión maquillada, ya no he vuelto a esa casa o creo que nunca he salido, convivo con la oscuridad, al menos ella me enciende el vacío…

Earandis
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