El trovador
- publicado el 26/07/2014
-
De fe, café
El pianista golpea las teclas,
una a una.
El pianista escribe su música
sin acordes
acorde al plan. Retando al tiempo y los años sin crear.
El pianista es más calvo que la última
vez
que tocó.
El pianista cree no conocer la armonía,
iluso.
Piensa en sonrisas y golpea:
A, B, C,
D, E, F
y G.
No necesita más
para que deba, ceda.
Café, gafa, ¿algo más?
¡Acabad!
Afal Seguy. 8 de octubre de 2014
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