Crónicas de un Réquiem Anunciado

Un no

a las balanzas,

los muelles,

los juegos,

los sí

pero no luego.

Quiero el césped

de hojas perennes,

brotes verdes

lo pisen o lo rieguen.

Arrojar al vertedero

el manual de todos los posibles versos

sobre ‘te echo de menos’.

Inmacular la inocencia

con la transparencia

del ‘no te pierdo’.

Andar por encima del suelo,

descubrir con emoción

que le podemos

al opaco cotidiano

con la alegría que firma la juventud

porque amor

tú ya estás dentro.

Dejarnos descubrir por terceros

como compañeros fieles,

incondicionales ante su intento

de desear jugar

con la ilusa seguridad

de quien no me conoce nada

para sorprendernos.

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