Estado febril

Mi buena madre siempre me do decía: «cúrate bien esa gripe, hijo, las recaídas son lo peor»…

Que razón tenía, las recaídas son peores que la primera indisposición.

Yo he recaído, no se como, pero he recaído. Me duele horriblemente la garganta y tengo los oídos taponados.

El malestar general es considerable, tanto que ha hecho que interrumpa toda actividad, ahora que estaba en la parte más importante de mi cuarta novela «Benquerencia». Pero como uno tiene el vicio de escribir, incluso estando en estas condiciones, vengo a este blog a llorar mis males, a buscar consuelo a mi malestar.

Me cansa mucho, así es que lo voy a dejar; esto es una gripe, nada más, pero que puñetera y toca pelotas que es.

Stradivarius
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