MI «PEQUEÑITO» GRUÑÓN. (cualquiera te llama lo «otro», que no está el horno para bollos…)

Ña,ña,ña,ña,ñá… (jajaja)

eso es lo que estás diciendo

nada vas ver este título

¡a qué sí!, cómo te conozco.

 

Ya sabes que lo que digo

está lleno de cariño

jamás se me ocurriría

hacerte daño mi amor.

 

Lo que quiero es sacar hierro

a una pared de hormigón

que, a cabezazos golpéas

creyendo que es de algodón.

 

Los chichones que tendrías

cuántos negrones saldrían

en esa frente tan linda

que me trae de «callejón». (sin salida, jajaja)

 

¡Alma de dios!, ¡por la virgen!

¿por qué te pones tan feo?

¿si hasta te pintas la cara

para aparentar peor?.

 

¡Calma, obrero! como decía mi papi

cuando estábamos furiosas

protestonas, contestonas

y por no darnos bofetón.

 

A tí te digo lo mismo

mi dulce y tierno niñito

que horripilante te pones

cuando estás de mal humor.

 

También decía mi papi

que, en esta vida mi cielo

todo tiene solucción…

¡menos la muerte, querido!

 

Bayer tendría que hacer

igual que de la aspirina

pastilla o…¡supositorio!

¡para tener buen humor!.

 

Y, a tí que te recetaran

una tortilla de ellas

o meterte en metralleta

lo segundo por docenas…

 

Con tu carita tan tierna

de no matar una mosca

te queda horrorosa cielo

¡poner la cara de un ogro!.

 

Prométeme cielo mío

el borrarte con legía

esa «careta» tan fea

y hacer gárgaras con ella.

 

Tómate un buen «cubata»

con mucho hielo cariño

y el Wisky guárdalo luego

y te lo tomas sin hielo.

 

Espero que hayas cruzado

la puerta con tu semblante

y debajo del felpudo

el «careto» de esta tarde.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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