HOY TUVE UN SUEÑO

Hoy soñé contigo cielo

venías como un «pincel»

como tú siempre lo has hecho

de la cabeza… ¡a los pies!.

 

Estabas un poco «antigüo»

lo he de reconocer…

como en los años cuarenta

pero…¡te sentaba bien!.

 

Lo que pasa, ¡qué imponías!

llevabas hasta sombrero

una maleta de cuero

y neceser haciendo juego.

 

Me costó reconocerte

lo hice, por tu sonrisa

pues te pusiste de frente

y me dí cuenta enseguida.

 

Me dió «cosa» hasta abrazarte

pues me imponías respeto…

que, «no suelo acostumbrarte»

y… ¡perdona el cachondeo!. (jajaja)

 

No eras… como Valle Inclán

aunque llevabas melena

no las gafitas redondas…

y tú…¡más alto que él!. (dónde va a parar…)

 

Me hizo ilusión recordarlo

pues siempre queda olvidado

pero tuve una llamada…

en ese momento exacto.

 

Así pude darme cuenta

de lo que había hoy soñado

y me puse tan contenta…

que ahora lo estoy celebrando.

 

Por eso al estar «reciente»

quiero enseguida contarlo

porque luego se me olvida

y no «rebobino» ¡un carajo!.

 

Me sonreías mi cielo…

pero con cara de «abuelo»

y hasta que no me besaste

yo no me atrevía a hacerlo.

 

Mis padres y mis hermanos

mirándote de «abajo a arriba»

hicieron que te «cortaras»

sintiéndote un «bicho raro».

 

Y… no nos dejaban solos

tu, con la maleta a cuestas

ni siquiera la otra mano

por el hombro me pasabas.

 

Yo, hasta casi no te hablaba

me quedé como una estatua

no lo creían mis ojos…

si tú no me «pellizcabas».

 

Sonreías… sonreías…

«como madre y como santa» (jajaja)

aunque yo por los «bajines»

te notaba …¡otra mirada!.

 

Picarona, a la vez avergonzada

pero la intención de «ella»

casi la «trasparentabas»…

 

Me sentí «acorralada»

y me puse colorada…

casi un pisotón te doy

para que disimularas.

 

Y… no nos dejaban solos

ni a la de tres,  ni de veinte

no veíamos el momento…

de encontrarnos «cuerpo a cuerpo».

 

Por fín, ya llegó la noche

dijiste de cenar fuera…

se apuntaban unos pocos

más tú hiciste, ¡oídos sordos!.

 

Y los dejamos «plantados»

y, «ná más» abrir la puerta

me cogiste «bien cogida»

y me «repasaste» un poco.

 

Se me doblaban las piernas

casi me caigo en la acera

me propinaste un «cachete»

para «espabilarme» pronto.

 

Ya me llevabas «cogida»

y, de cuando en vez un beso

ya no te importaba nadie

y yo de tí,  íba «presumiendo».

 

De que me vieran contigo

que por fín, ¡conmigo estabas!

parecíamos dos críos…

amándonos a ¡mansalva!.

 

Cenamos de «frente a frente»

bueno… casi no cenamos

haciendo muchas «manitas»

también muchos «piececitos».

 

No paramos de mirarnos

nos «comíamos los ojos»

nos pegamos una «hinchenta»

que nos «empachó» del todo.

 

Y ahí, ¡ya fué la llamada!

no pude acabar el sueño

sólo pido que esta noche

¡no me deje con las ganas!.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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