Como dos adolescentes

que se creen que están solos

que no hay miradas en nadie

que sólo existen sus ojos…

 

Para verse el uno al otro

mirarse, lo que apetezca

sin ningún tiempo marcado

como si éste, no existiera.

 

Así somos tu y yo, cielo

los mismos que antaño fuimos

dos alocados sin freno…

dos «borrachitos» perdidos. (Sin hacerles falta vino)

 

Dos ídos… dos incoscientes

«bebidos» hasta la frente…

con un vaso transparente

lleno de un amor DIVINO.

 

Destilado «made in casa»

con elixires de ensueño

con una receta mágica

que tenemos en secreto.

 

Con la inocencia marcada

en nuestros cuatro costados

siendo al extremo felices

bastándonos las miradas.

 

Tocándonos nuestras caras

como si de seda fueran

con miedo a que se nos rompan

como el cristal de Bohemia.

 

Cogiéndonos nuestras manos

para tenernos más cerca

ceñirnos nuestras cinturas

como si una sola fuera…

 

Apenas rozar los labios

se nos doblaban las piernas

yo, temblaba con pensarte

y al besarme…¡YO MORÍA!.

 

Ajena a otros sentimientos

que entonces… no conocía

aquello bastaba y sobra…

y era todo una DELICIA.

 

Y ahora, ya que somos «viejos·

nos volvimos unas «FIERAS»…

tú despertaste ese instinto… (Tolón, tolón…)

lo demás…¡fué mi «cosecha»!.

 

Como «animala» me siento

y… no «siento» la cabeza

me dejo cazar a veces…

y otras, yo cazo a mi presa.

 

Sin escopetas ni flechas

como armas, nuestras manos

«atacando» nuestros cuerpos

cual unas bestias hambrientas.

 

Sin darnos tregüa ninguna

sin importarnos los sitios

dar «pierna suelta» a la vida

sin pensar en otra cosa…

 

Recuperar ese tiempo

que se perdió en el camino

yo te quiero, tú me quieres

¡AMÉMONOS LO QUE QUEDA!