¡TUS OJOS!… ¡TUS MANOS!

Mi petición complaciste

y me enseñaste tus ojos

luego mostraste tus manos

que mis labios las besaron.

 

De tí, lo que más me gusta

(siempre en mí esa fijación)

porque tu corazón y alma

quedaban en tu interior…

 

Tras ellas veo tu fondo

luminoso como estrella

que me guía desde siempre

al amor que me embelesa.

 

Lo que más de tí recuerdo

junto a tus cartas tan bellas

que al acabar de leerlas…

quedaba en mí cada letra.

 

Y me dormía con ellas

bajo mi almohada metía

cada vez que despertaba

las besaba y releía…

 

Porque tus ojos, tus manos

aún perduraban en ellas…

recientes de hace unas horas

aún con su tinta mojada…

 

Me dejaron siempre huella

esa que nunca se borra

aunque hayan sido rotas

en mi corazón hay copias.

 

Y que guardé tantos años

con afán de leerlas

en tu regazo, si un día…

hacerlo juntos pudiera.

 

Ni una sóla tú guardaste

de mí no tienes recuerdos

solo los has revivido

cuando me viste de nuevo.

 

Nunca borres este encuentro

ténlo en tu mente presente

en tu corazón latente…

en tus manos y mirada.

 

Como tú estás en los míos

como siempre te he añorado

has sido mi amor, mi alma

como mi anhelo ahora eres.

 

 

 

 

 

 

 

 

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