NO EXISTE EL HOMBRE DEL SACO

Mi pequeño niño

mi niño chiquito

no temas a nada

que yo estoy contigo.

 

Ni hay ningún «coco»

ni el hombre del saco

ni ninguna bruja

ni espíritus malos.

 

Yo estaré en tu puerta

velando tus sueños

cuidántote siempre

besando tus manos.

 

No habrá quien se atreva

a hacerte algún daño

seré yo tu escudo

yo seré tu muro.

 

No pasará nadie

que pueda dañarte

seré tu guardiana

en cuerpo y en alma.

 

Que nadie se atreva

que nadie te ofenda

que nada te enturbie

tu paz y tu calma.

 

No pierdas los nervios

serénate niño

que estaré vigía

para a tí salvarte.

 

No pasará nada

serás siempre el mismo

el que siempre he amado

al que yo he querido.

 

Eres, fuiste y serás

al que siempre amé

no te cambiaré por nadie

ni por nada abandonaré.

 

Te cuidaré siempre

soy tu arma y escudo

sólo existo para eso

por Tí, para siempre.

 

No te preocupes

mientras tenga vida

seré siempre tuya

y Tú, siempre mío.

 

Confía en mí niño

nadie te hará daño

no tengas temores

porque yo, te cuido.

 

Ni fantasmas ni diablos

ni satanes con alas

sólo habrá angelitos

que cuiden tu cama.

 

Duerme mi niñito

que estaré a tu lado

velando tus sueños

cantándote nanas…

 

 

 

 

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