Cada noche, sueño que me ahogo en aguas turbulentas y que un

tiburón hambriento surge de las profundidades y me devora las

extremidades. Sin embargo, por muy recurrente que es mi

pesadilla, no he cambiado de plan, simplemente, porque no hay

otro. Ayer, bien entrada la noche, crucé el estrecho, a bordo de

un tronco de árbol carcomido, y llegué a la orilla norte del mar.

Al salvaje tiburón, lo dejé en la orilla sur, en el país donde nací

y donde los nidos de los patos son más tristes que nunca.

Autor: Mustapha Handar

23 de septiembre de 2018

• Acerca de
• Últimas entradas

Mustapha Handar

Formador, traductor e investigador sobre literatura e historia de ámbito hispano-marroquí.

Últimas entradas de Mustapha Handar (ver todo)

• E L P A T O P A T E R O - 24/09/2018
• S a n g r e - 20/09/2018
• Arcoíris y demás microficciones - 17/09/2018