Son varias noches en las cuales uno de mis amigos se siente mal, todos sabemos el por qué e incluso bromeamos con ello, detrás de cada broma hay laceraciones que notamos y en momentos pasamos de las bromas a lo serio. Y ahora más que cada noche se acerca a la esquina donde nos reunimos a tocar su guitarra. Toca sin completar canciones una tras otra como buscando la melodía que necesita. A decir verdad, cuando salgo a acompañarlo quiero tocar una melodía que sea la indicada, mas no encuentro un sonido que llene las expectativas.

Es otra noche, está sentado de nuevo en el andén, son alrededor de las siete y su semblante es el de días anteriores o tal vez peor, saca del estuche la guitarra y empieza a tocar sin saber que canción realmente desea oír. Creo que bajare a estar con él, Bajo del segundo piso a la calle, me siento en el andén saludándole y como si no fuese removido por su penuria saluda con energía preguntando como estoy, respondo que bien y pido que se interprete una de mi gusto, tal vez lo saque de su desdén otros ritmos más rock que lo que intenta tocar.

Canto junto a su rasgueo y acomodo mi voz a los tonos, pero el pesar que de él emana se hace evidente con cada tiempo. Como si una niebla nos cubriera bajo la parpadeante luz del foco de la calle. En ocasiones deja de tocar para revisar los mensajes en su celular, sé que es como taladrarse la cabeza y clavarse espinas con los dedos en el corazón. La culpabilidad o responsabilidad no es tema en esta ocasión, a veces pienso que más que una canción está buscando una oración.

Quiero que se sienta mejor, pero como amigo no puedo lograr nada más que unos consejos fríos y palabras totalmente alejadas de lo que quiere oír. ¡Si! Es eso lo que pasa no han salido palabras o dichos que sean los que él espera, pero ¿Qué amigo seria si alimento su fantasía? ¿Podría realmente ser tan cruel con palabras nobles?

No es algo que pueda hacer, lo estimo realmente, es mejor que se pierda en una melodía hueca y pase por ese dolor a que crea que las cosas tendrán solución. Tal vez algún día se volverán ver y pasará algo pues fuego hubo y eso es factible, ¿o no? Quizás el ambiente generado por los dos los aleje al punto de ni saludarse. No se realmente que pueda pasar, si pasa algo entre ellos o no lo que si se es que ahora mismo no es algo fácil para él. Realmente espero que al pasar el tiempo su melodía no suene hueca, que tenga fortaleza de entender lo que pasó y así al tocar su guitarra no sea escusa de su pesadez si no de su talento para interpretar, no como las notas sin sentido que está tocando esta vez.

– Parcero, tóquese por la boca vive el pez.
– ¡Uy! Esa es fuerte, pero lo intentaré.
– Si lo sé, pero sé que puede tocarla, yo la canto.

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Nine

Mi nombre es Deyver Florez, mi estilo apunta a la fantasía, los dragones, los guerreros y la magia. No soy profesional y quiero mejorar, mi objetivo es plasmar relatos cortos que cuenten una historia, escritos que solos significan algo pero juntos crean algo mucho mas grande y con ello, darle peso y vida a un libro que elaboro. adicional escribo cosas como letras de canciones y relatos de acontecimientos que pasan en mi vida y la vida quienes me rodeo. espero les guste mi contenido.

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