Lejana
- publicado el 14/01/2014
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-EXSCIND- Memorias de un ladrón, La información es Poder.
La vida de aquellos que vivimos en las sombras, apagados por la oscuridad y encubiertos por tinieblas, nos movemos sin que se den cuenta, las personas tienen cierto tipo de temor cuando estamos bajo la luz del día. Quebrando pensamientos y buscando lo ajeno, conociendo cada información que podamos comenzamos a generar ese pavor que muchos incluso los más capacitados temen.
En mi caso único yo hago todo tipo de trabajos, asesinato, robo, recuperación de documentos y artículos. Me especializo en infiltración y escape. Soy realmente bueno en muchos campos. Desde pequeño logre vivir del robo y la mentira. Crecí sabiendo que mis habilidades eran insuperables que podía lograr más que escribiría mi propia historia, pero a su vez nadie la conocería.
Soy un ladrón y es a lo que me dedico, recibo cartas por muchos medios de personas que no les gusta ensuciarse las manos, como este caso, el recuperar estos documentos y tengo un extra especial, un anillo que aquel hombre dejo en sus heladas manos al morir. No me siento mal por ello ni remordimiento en mi cabeza, pero no dejo de pensar que puedo lograr mucho más. Establecer un poder tan grande que los reinos tiemblen al escuchar si quiera historias de un ladrón como yo.
De vuelta a el lugar, busco como limpiar el hedor de estiércol y caballeriza, me interno en el bosque, uno no tan frondoso ni espeso. Un lugar donde debo dejar esto que acabo de robarle al de la mansión, claro también tengo su anillo de Mithril y me gusta verlo brillar. Espero en el punto de encuentro hasta el alba, y veo como un circulo mágico se escribe en fuego con tal precisión que parece hecho a mano con herramientas de medición, sin embargo, no hay persona ni mano que lo esté dibujando y menos con fuego.
Verifico que mi rostro no se vea y me hago a espaldas de la luz del sol que nace por el este, con cuidado de quien sea que salga de este tele-porte mágico no me vea la cara. Y de un fogonazo sale una silueta, aparentemente un hombre realmente alto y con medidas de un guerrero fuertemente entrenado. Extraño ver que usen magia o círculos mágicos, pero son cosas que no importan a no ser que tenga que salvar mi pellejo, siendo así me posiciono de forma más acomoda para cualquier cosa que pueda pasar.
– Hola, ¿eres tú el contratista? – sale una voz, aun cuando el humo no se disipa del círculo mágico.
– Soy yo, tengo el pedido en mi poder, tienes tu mi pago al parecer. Así que como el día no es de mi beneficio hagamos la transacción lo más rápido. – meto mi mano a mi cartera sacando los documentos robados, sin darme cuenta el anillo cae al suelo.
– Bien, haz cumplido en traerme todo lo de importancia que ese hombre tenga, dámelo ahora y toma tu paga.
– Claro, aquí tiene lo relevante de aquel hombre. – le doy los documentos mientras miro sus manos se nota que ha tomado armas y pesadas, son callosas pero fuertes como si pudieran destruir un muro con sus extremidades. Tomo la bolsa de oro y me percato que el anillo está al lado de mi pie, con un ademan y venia lo piso para que el brillo no lo note. – Bien no es más muchas gracias por contactarme y contratar mis servicios buen hombre. Un placer y hasta la próxima vez.
– Bien hecho ladrón, creo que estaremos contactando la señal del cuervo cuando busquemos tus habilidades. – mientras toma los documentos y los revisa yo procuro tomar el anillo antes de levantarme de la venia y guardo rápidamente en el bolsillo de mi pechera.
Doy media vuelta y camino mientras afino mis oídos, el murmurar de una lectura tenue atrás de mi me indica que lee los papeles que le di. Aun así, no bajo la guardia y camino pisando firme en dado caso que tenga que huir. Pero el murmurar se detiene bruscamente. Con su voz llamándome
– ¡Ladrón! Espera, falta algo importante. – su voz en tono militar me revela que es mercenario y fue militar de algún país o es activo y esto que robe tiene que ver con algo mucho más.
– ¿Que, pasa algo? Era todo lo que tenía encima y hasta lo protegió con su vida. Por ende, cumplí si no es lo que buscabas tu infórmate te engaño, así que trata con él, yo me voy. –giro la cara lentamente para verle con el rabillo lo ojo sin necesidad de dar la vuelta completa.
– Falta un anillo, los documentos indican que es parte de lo que buscamos.
– ¿un anillo?, recuperar información fue mi contrato, lo siento, pero debiste aclararme que buscabas algo más.
– ¿Viste el anillo o no? – escucho que se acerca las pisadas de aquel hombre, se sienten firmes y fuertes en el pasto.
– Creo que para poder hacer mi trabajo debo tener un poco de información, ¿trabajamos juntos no es así? – intento dar vuelta antes que él llegue a mí,
– No puedo decirte nada, ¡es confidencial! – de nuevo su voz se alza como queriendo darme órdenes, se nota que está en servicio.
– ¡Ey! ¡Espera! – intento calmarlo, pero con serenidad. – si quieres un anillo este te va costar mas no estaba en el trato, justo ahora los vasallos y sus trabajadores deben estar llorando la muerte de su jefe, entrar a recuperar algo como un anillo será más difícil. Dame el pago y es tuyo. Quiero el doble por el anillo.
– Supe de antemano que eras un ladrón único, pero también supe que tratar con ratas como tu son de peligro. – calmándose logra sacar dos bolsas de oro más prefiriendo no pelear aun siendo más grande y fuerte que yo, me dejó completamente asombrado.
– Bien espera aquí iré por el anillo. ¿Sabes en esos documentos cómo es?
– Es de Mithril, con joyas y brilla de color verde no te diré mas.
– Está bien querido empleador, yo cumplo mi parte, créeme no sabrán que volví a la escena del crimen.
Camino fuera del bosque y avanzo cientos de metros, tomo una ruta distinta cuando no me ve. Logro calcular el tiempo estimado de llegar a la mansión, infiltrarme robar y salir. Mientras como unas frutas y reviso el anillo, cuento los minutos hasta volver donde el grandulón. Veo que es importante en verdad no es cualquier anillo debe usarse para algo más que solo ponerlo en uno de los dedos. Pero la curiosidad me mata, y es claro que doy el miedo suficiente para tener toda la información de esto. Me hare a los documentos y le entregare el anillo tal vez pueda tener algo después o tal vez algo mejor. Tomo un anillo de plata verde, un raro material que robe mucho tiempo atrás y uso el tiempo que me queda para trabajar con mis herramientas. Crear un anillo falso de Mithril no es fácil, le incrusto joyas similares a las del anillo real. Y para cuando el tiempo acabo tenía en mis manos una réplica, me jacto de mi creación. Esta es sin duda una buena falsificación, brilla tan intenso que podría equivocarme al darle el correcto.
Vuelvo al lugar y esta esté gigantón sentado en el suelo con los documentos en la mano, me acerco y con alegría de una victoria en tono de superioridad le digo que el trabajo está hecho, dejo el anillo en su mano y tomo las bolsas de oro. Él se levanta lentamente arrugando los documentos y guardándolos en su cartera de cinto, pero deben ser míos. Con agilidad dejo caer una de las bolsas de oro al lado contrario para que se distraiga mirando a donde no debe, tomo los papeles que arrugo y rápidamente los cambio por otros falsos trozos de papel sin nada escrito en ellos.
Haciendo un gesto de torpeza con las manos me inclino a levantar las monedas el hombre se voltea, saca de su cinto un papiro de tele-porte, el cual deja una cortina de humo, detrás estoy yo con los documentos en mi mano y el anillo en mi poder. Ahora voy a crear el miedo, que sé que puedo generar, no seré solo un ente neutral que quieran contratar, seré un poder al cual ellos deberán temer.
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Hola Nine, agradezco mucho tu último comentario. Me alegro que te guste, pero que sepas que lo mío es muy facilito y no tiene ninguna ciencia salvo poner en ello mis sentimientos. Lo que quiero decirte que el mérito lo tienes tú que, son historias y relatos de mucha imaginación y trabajo, largos y costosos de idear, eso sí tiene mérito y ya lo estás viendo por lo mucho que gustas y te admiran, creo que nadie aquí tiene tantos «me gustas» como tú, por algo será… Sigue así, se vé tienes gran vocación y cada vez más experiencia, lo estás haciendo fenomenal, tú sí que eres merecedor de mis felicitaciones. Un gran saludo. Victoria.
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