EL QUE MEJOR ME CONOCE.

Como si me hubieras parido, machiño

me conoces, más que yo a mí misma

sabes todos mis secretos y reacciones

y te aprovechas de ello tomándome el pelo.

 

Ya de tí, nada me sorprende, en absoluto

de tí, espero cualquier cosa en un momento

tanto sabes de mí y de mis pensamientos

que aún, sin preguntar sabes mis respuestas.

 

Y te regocijas en ello, para luego reírte un rato

pero consigues siempre lo que te propones

metes el dedo, ¡el puño! en la llaga retorciéndolo

esperando qué cante, lo que tú oir quieres.

 

Y aún cantando mal, te expones a escucharme

porque sabes que en una mentira no me pillas

me conoces tan bien, que ni te planteas eso

porque sabes de sobra que nunca te miento.

 

Pero te gusta ir a cazarme en un renuncio

y me haces un «careo» despiadado…

para «pasarlas canutas» mientras tanto

y quedar «escocida» hasta los pelos.

 

Al tercer grado me sometes, por sorpresa

sin dejarme pensar si algo me invento

al acecho me dejas en «PELOTAS»

y disfrutas como un crío en una noria.

 

«Pillabán» eres tú dónde los haya

pero sepas que en apuros no me metes

ya te veo venir, por dónde vienes

y te vas con el «rabito» entre las piernas.

 

Pero quiero, aunque de memoria ya me «sabes»

que no ceses, en aprietos el «meterme»

me lo paso ¡GENIAL! y… ¡tú lo sabes!

y tú, con tus preguntas, ¡sí qué gozas!.

 

¡Yo se qué me quieres cazar, laralaralaralará!

 

 

 

 

 

 

 

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