Personajes

AURO: Protagonista. Joven enamorado de Esther. 25 años.

ESTHER: Novia de Auro. Hija de Paco, el tendero. 23 años.

PACO: Tendero del pueblo. Padre de Esther. 50 años.

MÓNICA: Mujer de Paco y madre de Esther. También se hace cargo de la tienda. 50 años.

SILVIO: Hermano pequeño de Esther. 17 años.

ZOA: Hermana pequeña de Auro. 18 años.

NOÉ: Primo de Auro. Ama a Esther en secreto. 26 años.

LUCIFER: El Diablo. Señor de las Tinieblas.

Escena 3ª

Escenario: Cierta habitación en un lugar desconocido.

Situación: La madre de ESTHER, MÓNICA, habla con un HOMBRE, quien está haciendo algo tras la puerta del baño, y no se le ve.

MÓNICA: Cariño, ¿crees que algún día nos descubrirán?

HOMBRE: Mónica, mi amor, toquemos madera. Por fortuna, cada vez queda menos para que llegue el día en que tu marido no esté. Al ritmo que va, en unas pocas semanas nos habremos librado de esa pesada carga.

MÓNICA: (Con gran placer) Mmm, ¡sí! Estoy deseándolo. Por fin estaremos solos tú y yo. Sólo hay una pequeña espinita que me molesta ahora, y no va a ser fácil quitármela.

HOMBRE: (Que sigue en el baño) ¡Habla más alto, cariño!

MÓNICA: (Elevando un poco la voz) Me refiero a mi hija, Esther, y a ese chico, Auro. A veces me da la impresión de que hasta que mi marido no la vea desposada con su primo, no cederá ante las fuerzas de la muerte. Aunque a mí, sinceramente, Esther no es más que una carga, y Auro… Un pequeño error del pasado del imbécil de Paco. Si se quieren casar, allá ellos. ¿No crees?

HOMBRE: Mi amor, yo creo que tu hija y su novio son ahora mismo la menor de nuestras preocupaciones. Tarde o temprano se cansarán el uno del otro. Son cosas de la edad. ¿O no eras tú así a su edad? ¡Ja, ja, ja!

MÓNICA: (Con aire nostálgico) Sí, sí… Yo iba un poco perdida, pero cuando vi a Paco, y sobretodo la herencia familiar que llebaba tras él, tuve una revelación. Nunca más sería una doña nadie. Y, mírame ahora (con arrogancia), soy parte de la jet de esta ciudad. Qué bien hicimos en salir de ese pueblucho. Y en cuanto mis suegros murieron, me hice cargo de la riqueza familiar. Paco apenas tocaba el dinero que yo le dejaba tocar.

HOMBRE: Sí, pero…

MÓNICA: Pero claro, siempre he necesitado su permiso para grandes transacciones, ya que es el legítimo dueño de la herencia. Y, cuando él muera, que espero que sea pronto, yo tendré absoluto control de todas sus propiedades. ¡Ahh, para vivirlas contigo, cariño!

HOMBRE: ¿Y tus hijos?

MÓNICA: (Con cierto desprecio) Bah, Esther ya sabes cómo está, y parece que mi hijo menor, Silvio, tiene algún plan por su cuenta. A la menor ocasión que tenga, los dejo totalmente fuera del testamento. (Pausa) ¡Encima tendría que soportar que ese macarra de Auro tocara algo de mi dinero! ¿No podrías hablar tú con Esther?

HOMBRE: Cariño, a mí sólo me conocen como al bonachón “señor Iglesias”. No creo que me tenga mucha consideración.

MÓNICA: Sí, quizás tengas razón…

HOMBRE: Pero Auro… Auro es harina de otro costal. Digamos… Que prácticamente ya he hablado con él todo lo que debería.

MÓNICA: ¿Ah, sí?

HOMBRE: (Saliendo del baño, mostrándose al fin. Proyecta una sombra un tanto siniestra) Y te aseguro, Mónica, que ese chico sería capaz de apostar su “alma” (remarcando fuertemente esta palabra) por tu hija. ¡Ja, ja, ja, ja, ja!

(Ríen juntos. Fin de la escena)

Yizeh. 4 de Agosto de 2008

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Yizeh Castejón

Escritor, físico, profesor, capoeirista, innovador. Nacido en Madrid en 1986. Creador de Sopa de Relatos, la web de escritura libre. Editor y autor del libro de cuentos "Sopa de Relatos" y de futuros proyectos. Alumno de h2i Institute.

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