La voluntad de no poder

La valla… La veo. Por fin.

He pasado mucho tiempo intentando salir. Por fin la valla.

He estado dos meses encerrado en este perímetro desértico en medio de la nada. Según mis cálculos, mide más de cien kilómetros de largo. Lo cual es más de lo que podía imaginar antes de llegar aquí y recorrerlos a pie. Dos meses.

¿Sabías que en el desierto hay vida a raudales? Pero sólo sale de noche. Montones de animalitos, lagartos, insectos, incluso algún ave, salen de noche y hacen su vida. Ha sido muy difícil cambiar mis hábitos, y de día no podía dormir, porque me abrasaría. Así que de día andaba a ritmo muy lento, para no deshidratarme, y de noche intentaba cazar y beber algo de líquido de los cactus. Apenas podía dormir un par de horas al alba.

Ha sido muy difícil.

Y por fin la valla. La valla de la que me hablaron cuando me dejaron aquí. Esta frente a mí. No es una valla último modelo, pero mide más de tres metros de alto. Por fin. Por fin la encuentro. Sólo espero que la recompensa valga la pena.

Pero, la valla… No la puedo escalar… No tengo nada para cortarla…

Mierda.

Yizeh. 21 de Agosto de 2008

Yizeh Castejón
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6 Comentarios

  1. comolesjode dice:

    Juer qué angustia y qué triste. Le hubiera salido más rentable irse en patera, jé.

  2. Lascivo dice:

    en patera piara

  3. Pequadt dice:

    O cavar un agujero, igual que hacía el conejo de la suerte.

  4. Ana dice:

    El conejo de la suerte cavaba agujeros?

  5. Pequadt dice:

    Claro que sí, para huir del cazador (el que llevaba un gorro y una escopeta) xD

  6. champinon dice:

    Traduccion simultanea: BUGS BUNNY (estara bien escrito??)

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