Las trompetas dejan de sonar

Las trompetas del silencio suenan al

cielo techado en barrotes de hormigón

a las ventanas y persianas grises

respirando aire de orden asfixiante.

Las mesas bailan con compas de canto

del chirrido de sillas alteradas.

Murmullo de fantasmas atrapados,

trajineo de plumas incesantes.

Lágrima corretea por mejilla,

una angustia se esconde tras las mesas.

Un timbre suena lejano, alegre.

Pies invisibles aporrean clamor

de libertad que renace al final.

Zeledeon Diner
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2 Comentarios

  1. Lascivo dice:

    hum… Me cuesta entender esta poesía. También es cierto que me acabo de levantar y estoy algo zombie aún. Pero no veo muy bien por dónde van los tiros. ¿Me hechas una mano?

  2. Antonio Rivero Díaz dice:

    Un poesía en el aula, muestra el silencio, el cielo de hormigón, la hartura de estar en clase digamos…

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