¡TUS OJOS!... ¡TUS MANOS!
- publicado el 23/09/2017
-
Aullidos
Él. Contrito. Cerrado.
Alejado de la manada.
Sin dejarse cercar por normas,
por costumbres.
Siguiendo su propio destino.
Sin ataduras ni cadenas.
En libertad.
Sin necesitar nada más.
Ella. Joven. Perdida.
Buscando nuevos puntos de mira.
Anhelando nuevos horizontes,
nuevos lugares.
Deseando encontrar su propio camino.
Sin excesos ni defectos.
En armonia.
Sin saber que necesita.
Un día, en un punto del cielo
confluyeron ambos.
Se cruzaron las miradas y las ganas.
Curiosidad mutua por ese otro ser
que no pendía de un hilo,
que no dependía de nadie.
Decidieron entonces aullar al mismo ritmo.
Buscar juntos su destino.
Andar a la par su camino.
Crear una manada propia
sin normas ni desatinos.
Porque hasta el animal más salvaje puede apaciguarse si se sabe hacer la caricia correcta…
Sashka Saravin
- Aullidos - 18/05/2009
- ¿Por dónde entraste…? - 14/05/2009
Es cierto, lo que se consigue y se trasmite solo con un gesto bien intencionado.