Un Pregunta Sincera

– ¿Me quieres? – Quiso saber mientras se acurrucaba sobre su barriga.
– Claro. – Respondió ella casi de inmediato. – Nadie podrá ocupar nunca tu lugar. – Tras lo cual le dedicó una amplia sonrisa, pero esta no fue devuelta.

– ¿Qué pasa? – Inquirió, frunciendo el ceño.
– ¿Cuál es mi lugar? – Preguntó, entonces. – ¿En tu corazón, o entre tus piernas?

Wind
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2 Comentarios

  1. Champinon dice:

    Un relato un tanto radical…

    Del tema diré que creo que aunque amor y sexo pueden estar separados, no siempre tienen que estarlo. Es decir, ¿tiene realmente que poner por delante una cosa a la otra? ¿Hay realmente que elegir entre una y otra? Es más que nada por hacer debate.

    O acaso es un planteamiento de que lo hombres siempre pensamos en lo mismo… porque entonces pasamos a mayores 😛

  2. Lascivo dice:

    espero que esté entre ambas cosas.
    O, en el peor de los casos, al menos en la segunda. No hayamos ligado para nada, hombre.

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