La ciudad
- publicado el 07/02/2014
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¿Dónde esta el nueve?
Me despertó la basura. Los lunes por la mañana llegan a una hora indecente y tengo que aguantarme porque vienen a hacer su trabajo o simplemente -esto puede ser más veraz- porque no me puedo quejar. El hecho es que, ya que estaba despierto y con pocas ganas de meterme a la ducha, decidí ver las noticias en mi canal favorito. Aquí empieza el serio problema que voy a tratar de describir y que, espero, entiendan.
Mi televisor es un aparato moderno (no los voy a cansar con descripciones) le di al “power” del control remoto y se encendió, pero en lugar de aparecer en la pantalla que indica la emisora el número nueve, apareció, con la misma programación, el canal 8 -que, por cierto, no hay ningún canal 8 o no lo había hasta ese momento-. Cogí el control remoto y busqué el número nueve pero !!no lo encontré!!! observé cuidadosamente el dispositivo y no lo podía creer, me puse a contar los botones, a rascar un poco a ver si había pasado algo y el nueve estaba oculto de alguna forma. Cambiaba los canales y siempre, después del 8, aparecía el 10. Miré el reloj de la pared y comprobé con horror que también faltaba el nueve. Fui al baño y traté de tranquilizarme, me dije no, de ninguna manera, esto es un sueño y quiero despertar. Claro, cuando dices eso en sueños puede que de resultado y despiertes, pero en este caso todo lo que sucedió fue que la realidad de mi entorno me informaba que estaba absolutamente despierto. Corrí a llamar a mi madre a su móvil, tenía que empezar marcando… bueno, desesperado cogí mi agenda y en todas partes donde debía ir un nueve había un ocho, irremediablemente. Llamé marcando el ocho y contestó mi madre. Hablamos un rato y me pidió que me tranquilizara. Pero acto seguido dijo algo que me puso los pelos de punta. No sabía de qué hablaba. ¿Un número que se llama “nueve”? entonces corté por desesperación pues sabía que se iba hacer más grande si seguía hablando con ella.
Una calculadora. Un calendario. Libros de matemáticas, páginas numeradas, en fin, todo y nada, no había rastros del nueve por ninguna parte. Cuando hacía operaciones con la calculadora me daba cifras “correctas” con múltiplos de todos los números, menos del nueve.
Salí a la calle y le pedí a un chico que me hiciera el favor de contarse los dedos de la mano… no exagero, el chico salió corriendo. Un hombre que estaba en la misma esquina me miró extrañado y preguntó, oiga señor ¿le pasa algo? tiene mala cara. Mire, no tengo tiempo para explicaciones, pero necesito que me haga un favor, cuente los dedos de su mano, de ambas manos, uno por uno. Y pasó algo horroroso, se tocó la punta del meñique con el índice de la otra mano y empezó a contar: Cero, uno, y continuó hasta diez. El 9 había desaparecido para siempre.
Entré en la cafetería de mi amiga Manuela y me senté derrotado frente a ella, detrás de la barra, le pedí un cortado y que me dijera dónde estaba el nueve. Ella sonrío como si no hubiera dicho nada fuera de lo común, se dio vuelta y cuando me puso el café, me dijo: en tu mente.
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Me ha gustado. Creo k todo esta en nuestra mente, numeros y lenguaje en general. Interesante que se pueda decir esto en un relato.
Felicidades
El haberlo clasificado en angustía define muy bien lo que tiene que estar pasando al personaje. Y como dice Richard, todo esta en nuestra mente, o deberíamos añadir «quizá» todo sea producto de nuestra mente y lo que para uno existe para el otro no.
Muy bueno 😉
Hiola Richard:
Gracias por tu comentario.
No creo que todo este en nuestra mente, creo que nuestra mente tiene una forma particular de entender lo que sucede dentro de uno mismo y fuera de uno mismo. Negar lo exterior a nosotros es demasiado egocentrico… diria que nosotros somos jueces pero no siempre somos parte.
Un abrazo
Hola Sibisse:
Angustia. Si, esa es la palabra que resume lo que le pasa al protagonista cuando se encuentra frente a lo desconocido, pero es que la realidad a veces nos presenta situaciones que nos pueden ocasionar sentimientos muy intensos.
un abrazo
El comienzo y la trama prometen… pero al final me falta algo más… ¡Gracias por compartir tus relatos!
Coincido, el final es flojillo para mis gusto, pero la escritura esta bastante bien y el suspense/angustia es palpable ^^