Ángel. Capítulo 7 (de 8)
- publicado el 06/11/2008
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San Antonio
Aún recuerdo aquel día en el que dando vueltas para aparcar en un pueblucho, tras mucho ir y venir, decidimos rezarle a San Antonio creyendo que era el patrón de las causas perdidas…
En el mismo coche hubo quien nos regañó diciéndonos: – ¡Es San Judas Tadeo! San Antonio es el patrón de las modistillas y de los enamorados, ¿es que acaso preferís encontrar aparcamiento antes que novio?
En aquel momento, nos miramos las dos, solteras y comenzamos a reírnos a carcajadas…
-Mira que un buen sitio de aparcamiento y teniendo en cuenta que no llegamos no me parece tan mala opción-, dijiste.
Yo repliqué: – ¿De qué me sirve a mí ahora mismo un novio si lo que queremos es aparcar? ¡Deja, deja!
Y la otra persona en cuestión nos miró extrañada y dijo: – Allá vosotras-.
El caso es que encontramos aparcamiento poco después y relativamente cerca de la iglesia.
Nosotras nos felicitamos por la acertada petición al santo de turno mientras entrabamos dispuestas a acompañar con nuestra voz aquella boda.
El caso es que el pasado 13 de junio algo me hizo recordar que era San Antonio.
Leí que en Portugal, Brasil, Perú y algunas partes de América Latina es reconocido como el santo de los matrimonios y el día de su fiesta las muchachas solteras tienen la costumbre de comprar una pequeña imagen de San Antonio y colocarla al revés como castigo hasta que hayan encontrado un buen marido.
El pasado 13 de junio tuve un examen que me parecía complicado teniendo en cuenta el tiempo que había dedicado a la materia en cuestión.
Antes de entrar al aula donde tenía que realizar la prueba, recordé nuestra aventura buscando aparcamiento y resonó en mí aquel: – ¿es que acaso preferís esto antes que encontrar novio?-.
Hoy he visto la nota de mi examen. Tengo un sobresaliente.
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Sección Biolgrafías:
Lo malo no es pedirle a San Antonio una plaza de aparcamiento, lo malo es pedirle a San Judas un novio.
Por otra parte, se me ocurren otros momentos incómodos para pedir algo a vírgenes o santos como, por ejemplo, la Virgen del Rocío… Y todo sin venir al caso…
No veo qué tendría de malo pedirle a San Judas un novio…
Pobre San Antonio! Que sobrecarga de trabajo!