¡LLamado para escritores!
- publicado el 26/07/2009
-
El imbécil.
Vivía obsesionado con la idea de la muerte. No permitía que, en su presencia, se mencionase ningún hecho o circunstancia que tuviesen que ver con ella. Es más, descalificaba como imbécil a aquel que le saludase diciéndole que se conservaba muy bien (tenía alrededor de 65 años) porque razonaba que eso nunca se lo decían a los jóvenes, sólo a los viejos, a los que ya habían vivido la mayor parte de su vida. Ayer, vi su esquela en los periódicos, y no pude dejar de pensar que había fallecido un viejo que se había comportado toda su vida, él sí, como un verdadero imbécil.
Últimas entradas de Prior (ver todo)
- Eran otros tiempos. - 09/01/2017
- En el juego de la vida. - 18/06/2015
- Toda una vida. - 17/06/2015