Confieso que he pecado
- publicado el 15/01/2014
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Inútil Victoria
Los guerreros del reino Varith regresaban de la batalla. Cruzaban las montañas entre la niebla en medio de la noche, silenciosos y fúnebres, y se hacían reconocer por el enorme estandarte negro con la bandera de su reino: una luna plateada sobre una montaña de huesos blancos. Debía ser un día de gloria. De honor. De valentía. Pero algo les impedía regocijarse y sonreír, alejar la vista del suelo y alzar la cabeza con dignidad. Al acercarse a las murallas no sonaron los cuernos de aviso, ni las campanas repicaron contra el hierro, y los guardias no dieron la voz. Tampoco se escucharon las risas de los niños, ni las mujeres salieron a recibirlos. Solo asomaron la soledad y lo que quedaba de su gente. El relinchar de los caballos rompió el silencio. Las lágrimas secas recorrieron el rostro de los vencedores como un veneno, corrompiendo sus almas ante el recuerdo de un pasado mejor. De una victoria verdadera. De un regreso al hogar. El viento les acercó las últimas cenizas y el barro ensangrentado gritó con voz derrotada “Para qué luchar, si no queda nadie por quien hacerlo. Para qué ganar, si nunca podréis compartirlo”.
- El bailarín - 27/12/2013
- Inútil Victoria - 27/12/2013
Noa, te recomiendo que leas las bases del Concurso de Microrrelatos de Fantasía. El máximo de palabras para participar es de 100.
Un saludo y feliz año.
Lo sé lo sé… se me pasó y ahora no sé cómo cambiarlo, ni borrarlo, ni nada… Soy nueva en esto. Igualmente!
Hola noa. Una vez que has iniciado sesión con tu usuario y contraseña, en esta misma página (debajo del título de tu obra) verás que pone «EDIT». Si haces clic ahí podrás editar el relato para adecuarlo a las bases. Un saludo.