De haber una guerra

De haber una guerra, aquí será, me advirtió el comandante. Y yo qué sabía. Era poeta al fin y al cabo. Construyó aquel jardín de piedra en vez de hierba, eso es algo que sólo los poetas pueden hacer. Dicen que guarda almas. O quizá corazones aún palpitantes. O guerras. Eso tendría sentido. De haber una guerra, aquí será, repitió. Y yo qué sabía. Yo no era poeta, al fin y al cabo.

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