El Grimorio de Yjovar

Las gotas de agua golpeaban la vidriera, la noche bañaba el bosque, apenas alumbrado por una esquiva luna, mientras un cuervo se alejaba tras su graznido.

Oculto, un pasadizo discurría escaleras abajo. Las paredes de piedra sudaban la humedad de la bruma.

Sus pasos hacían quejarse a la madera. La luz tenue de su candil le iluminaba el rostro palidecido y hacía serpentear las sombras de una lúgubre biblioteca.

Vagó escrutando los polvorientos  tomos y creyó oír un susurro. Volvió su mirada hacia un escritorio atestado de velas consumidas. Una de ellas se encendió dilucidando… el grimorio de Yjovar.

Liam Reig
Últimas entradas de Liam Reig (ver todo)

Deja un comentario

Tu dirección de email no será publicada