Higuera.
- publicado el 08/02/2014
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Un amor casi imposible
Estimado Detective Smith
Solo quiero decirle que amé a su hija como nadie. No se si pueda usted superar tal pérdida y a la vez resolver este caso, lo que se es que ni mil condenas me harán olvidar el perfume de Nicolle. Soñé con ella tantas veces, que hasta imaginé lo que haría con cada centímetro de su cuerpo, era tan perfecta que deseaba tocar lo que nadie había tocado de ella. Quise estar cerca pero mi desesperada obsesión y las cadenas en que usted la tenía, me alejaban. Temía hacerle daño pero el daño está hecho ya. La amaba pero al saber que jamás sería para mí, me volví loco y no quise que fuere de alguien más. Puedo decir que fue mi trofeo porque aún asustada me entregó lo más puro de sí, la hice mía y luego procuré que así fuere para siempre.
Usted Sr. Smith, podrá perseguirme toda la vida y encontrarme, si así se lo permito pero nadie quitará de mí la satisfacción de amar a su hija y hacerla mía aún cuando era casi imposible por estar ella protegida. Usted siempre la protegió y la alejó de quien pudo amarla más que a su propia vida y esa fue mi desdicha, pero ya no podrá alejar su recuerdo de mi, ni quitarme lo que ahora me pertenece su inocencia y su último respiro.
Atentamente
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