Vuela el águila

…De sutil transparencia caía el delicado velo sobre los aún púberes hombros de la chica que, ensimismada, observaba el lángido pero decidido planear del águila en busca de su presa. Alejose tanto, que perdiéndose en el inalcalzable horizonte,… la chica del velado-velo desilusionada, se alejó de laventana cerrando los postigos azules. !mañana esperaré para ver tu vuelo!  se dijo, entristecida, se  recostó acurrucándose en la mecedora de enea que miraba hacía laventana. El sueño, paulatino, iba haciéndo presa en ella hasta adormecerse.

Marianarija  D.reserv.

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