RECUERDO MI PRIMER BESO

Y me miraste a los ojos

y me temblaron las manos

me tembló mi cuerpo entero

cuando recibí de tí mi primer beso.

 

Y sentí mil mariposas revoloteando,

yo creo fué, un gran enjambre de abejas

(ó, de «ovejas» más bien fué, todo un rebaño)

esa fué la sensación que, mi interior invadió.

 

Un beso largo, largo, pero que muy largo…

yo, con los ojos cerrados, tú no lo sé ¿…?

tu lengua jugó en mi boca

como si fuera un «ciempiés».

 

Y allí me volviste loca…

y me sentí desmayada

no supe lo que ocurría

mis piernas se me doblaban.

 

No podía dar un paso

menos… subir los peldaños

de aquella vieja escalera

en la que en un descanso me besaste.

 

Fuí subiendo poco a poco

con un «colocón» ¡del quince!

crucé mis manos al pecho, apretándome

y a mi hermana dije que algo dentro allí notaba.

 

Se echó a reir y supongo… te miró,

y me agarró por un brazo

para ayudarme a subir

los peldaños que quedaban.

 

Iba a clase de matemáticas

y, esa tarde no hice nada…

sólo en mi mente tenía

el beso… que aún me duraba.

 

Ni Pitágoras ni quebrados

ni divisiones ni restas,

sólo a la suma le daba

para que más me durara.

 

Me llevaste al Paraíso,

el Edén ví en un instante

mi hiciste subir al cielo

y aún hoy en él estoy, porque tú no me bajaste.

 

Lo llevo dentro en mi boca,

mi corazón… todavía palpitando

nunca olvidé aquel,… TU BESO

que con ternura y con furia me «endosaste».

 

Para quedar en mí siempre

en mi recuerdo en mi mente

como un tesoro preciado

en el cofre de mi alma.

 

Cerrado está… está sellado

espero vuelvas a dármelo

eso depende de tí…

¡sólo tú, guardas la llave!

 

 

 

 

 

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