Amor imposible.
- publicado el 05/01/2014
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Viajando Tras Un Sueño: Capitulo.-2
Capitulo 2: Al fin en Puertollano
Paola estaba como petrificada, no cambio el gesto, no me miro y no hablo. Ya estaba claro que estaba pensando algo sobre lo del número o simplemente se había quedado en las nubes, quien sabe, nunca la había visto así. El tren por fin paro en Puertollano, Simona bajo, me ayudo a bajar mis maletas y solo entonces Paola reacciono y bajo ella.
Axel: menos mal que reaccionas ya pensaba que te ibas a Ciudad Real ¿eh?
Puso una cara algo molesta y tras pensar un par de segundos me comento:
Paola: menos mal que me avisas, que si no fuera por ti, (dijo irónicamente) me quedo en el tren.
Yo no logre entenderla demasiado pero yo soy algo intuitivo y me dio la ligera sensación de que estaba celosa, aunque no hace falta ser un genio para saber eso, pero luego desestime esa opción por ser una tontería, como iba a estar Paola el Pivón celosa por mí, no me hagas reír por favor.
Axel: perdona, no pensé que estuvieras tan distraída. Bueno, no desatendamos a Simona
Simona observaba la escena algo sorprendida, la pobre solo se atrevió a comentar:
Simona: no, no quiero molestar
Paola torció el gesto y dijo mas molesta aun.
Paola: no te preocupes, atiéndela
Parecía no haber duda de sus celos aunque a mí me parecía ridículo, quizá no llegaba a entenderlo
Axel: Bueno Simona, ¿tu adónde vas?
Simona: a la calle Goya, pero nunca he estado aquí, así que tendré que preguntar.
Para sorpresa mía y de Simona, cuando yo iba a abrir la boca, Paola me interrumpió, cambiando de táctica.
Paola: perdonad que os interrumpa, no he querido ser tan borde es que estoy algo cansada del viaje y algo irascible por estar 4 o 5 horas en un tren sentada sin poder moverme, no te preocupes Simona si tenemos un guía turístico que ha estado por aquí, ya. (Señalándome a mí)
Ahora ella estaba con todo el buen humor del mundo y hace unos segundos no se podía decir ni hacer nada, yo pensé quizá está viendo que su táctica no funciona bien, así que ha cambiado de técnica, la verdad es que era solo una conjetura sin base alguna, porque en realidad no entiendo a las mujeres, como casi ningún hombre.
Simona: ¿ah sí?, que bien que suerte. ¿Puedes llevarme por favor?
Axel: si, pero en brazos no
Simona: (se rio de mi broma) no hombre, no pretendía eso, tampoco.
Yo mire a las dos algo confuso, ambas estaban con una sonrisita en la cara, tras escrutarles un poco la cara a ambas, yo decidí:
Axel: Bueno vale, solo hay que bajar la calle, pasar 2 rotondas y ya habremos llegado, seguidme las dos.
Fuimos andando cuesta bajo, la verdad me sorprendí de que esta zona, estaba prácticamente igual que estaba cuando yo vine hace. . . 3 años. Yo iba delante, Simona a mi izquierda pero algo detrás y Paola a mi derecha detrás junto a Simona, ambas mirándolo todo, tal y como yo hacía, supongo que ellas por curiosidad, yo intentando ver que había cambiado y que no, de camino a la 1º rotonda, llegamos a un parque que estaba justo en el centro de Puertollano.
Paola: ¿nos sentamos en el parque, un rato?
Yo mire a Paola, estaba sudando la pobre, porque además de que estaba acostumbrada a un clima húmedo como es el de Cádiz, además estaba vestida para la mañana en Cádiz que hace frio, aquí ahora hacia un calor de muerte y encima era un clima mucho más seco.
Axel: ¿tienes prisa Simona?
Paola puso cara de globo, como si fuera una niña pequeña molesta porque no es suficiente que lo pida ella, para que paremos.
Simona: para nada, vamos bien de tiempo
Sin decir nada más, le estruje los mofletes a Paola con los dedos índice de mis 2 manos, por eso expulso todo el aire que guardaba en ellos y antes de que los volviera a rellenar, me dirigí a un banco a la sombrita. Simona se sentó a mi derecha poco después y Paola abrió su maletita, la que yo mire con atención para ver si podía ver que había traído y así no tener que volver a preguntarle luego.
La maleta parece que tenía varios compartimentos, ella abrió uno de ellos y me pareció ver todo tipo de accesorios, pulseras, pendientes, gorritos, guantes, bufandas, pareos. . . etc, etc. Ella se había puesto agachada con las rodillas encogidas, para toquetear la maleta, hasta el punto que se le estaba viendo la raja del culo y la verdad nunca me había puesto ver la rajita del culo tanto, se notaba que ella no era una chica normal, ni para mi, ni para nadie, aunque para mi menos aun. Empecé a pensar: quizá no tiene ropa interior, eso me excito de sobre manera y rememore en mi mente cuando se tiro sobre mí y me abrazo con brazos y piernas. Al verla quitarse el gorrito, arreglarse el pelo y acicalarse, volví a la realidad.
Esta guapa hasta cuando se despeina pensé, ella se quito el jersey y debajo de el jersey llevaba una camiseta con escote de pico negra, que hacia contraste con su pantalón blanco sordo mudo y dejaba ver un generoso escote. Luego se sentó a mi izquierda y una vez sentada se hecho para adelante y cerro su maleta. Empecé a pensar un poco, porque siempre había sentido atracción por ella, pero ahora estaba enamorándome y eso no era buena señal con ella, porque yo nunca conseguiría liarme siquiera con una chica como ella.
Axel: Bueno, desde que llegamos estáis muy calladas, ¿qué os parece esto? (dije para romper el molesto silencio, parece que Simona estaba viendo también a Paola como yo y por eso no había hablado)
Paola: es que no te queríamos molestar, entre ella y yo hemos hablado, pero te veíamos tan concentrado que nos daba miedo distraerte no fuera a ser que te perdieras. . .
Simona: bueno, hemos estado hablando, que esto parece una ciudad pequeña y no un pueblo, como pensábamos.
Axel: yo aunque sea un hombre, puedo hacer 2 cosas a la vez bien hechas ¿eh?, aunque esta vez tengo que admitir que si me pongo a charlar quizá me pierda, hace años que no estoy aquí, bueno, en realidad es una ciudad pequeña pero. . . la mayoría de las personas sigue comportándose como un pueblo grande, así que hay que tener cuidado con lo que se hace. (Eche una mirada a ambas que no paso desapercibida por ninguna)
Simona: lo tendré en cuenta, gracias.
Paola: oye, ¿porque me miras a mí?
Axel: yo no miro a nadie, simplemente lo digo
Paola: y eso de que puedes hacer 2 cosas a la vez, eso tienes que demostrarlo ¿vale? (dijo riéndose) pues habrá que tener cuidado con lo que se hace.
Simona: bueno, ya era hora de encontrar un chico polifacético (risita), ya veo, la gente tarda en modernizarse a veces. . .
Axel: ya veréis las dos, ya. Sí, hay que empezar nuestra nueva vida con buen pie.
Paola: si, eso espero. . . (Se rio por mi comentario)
Simona: ¿nueva vida? (puso cara rara y luego sonrió por mi comentario)
Le contamos entre Paola y yo él porque estábamos aquí, ella tuvo una amiga que por envidia, celos o un poco de todo eso, le empezó a dar fama de chica fácil, de infiel y de engañar a sus parejas, no contenta con eso, no paraba de meterse en su vida, como si encima la estuviera ayudando, sinceramente, yo conocía a la chica esa, la que se metía en la vida de Paola y era peor que un grano en el culo, con lo que duele eso, se metía en todo, le importara o no le importara, supiera de que está hablando o no lo supiera, aunque cuando el rio suena, agua lleva, eso también lo tengo que admitir.
Parece que Paola, al fin y al cabo se fiaba de nosotros, porque se lo había contado todo, resumido pero todo, yo lo resumí aun mas, le conté que tenía problemas graves en casa, problemas con una chica problemática y que estaba harto de estar en paro, que ya era hora de moverme y luchar por recuperar el volante de mi vida, que no me gustaba para nada ir a la deriva.
Simona: comprendo que hayáis tomado esa decisión y os deseo mucha suerte, lo que no termino de comprender es porque juntos, y porque aquí. ¿Sois novios o algo?
Paola se puso como un tomate, no se esperaba esa pregunta y yo me sonroje un poco disimulado y hacerte a decir:
Axel: bueno chicas, vámonos ya que aquí, la gente sale hasta las 12 de la mañana, luego a casa o a los bares y esto se está quedando solo, porque el calor se está haciendo insoportable, los chavales salen a las 8 de la tarde cuando comienza a refrescar y todos los días salen de fiesta, los que pueden, claro.
Me puse en pie y las dos me siguieron aunque Simona se quejo
Simona: vaya, parece que no me queréis contestar, será por algo. . . aunque a veces el silencio es una respuesta más clara, que las palabras.
La verdad no sé porque, no quería seguir hablando sobre este tema, miento, si lo sabía, temía que Paola saliera por otro lado y desmintiera la duda, por eso había cambiado de tema tan drásticamente, pero esta mujer no se rendía nunca.
Axel: no es eso mujer, es que me estoy muriendo de calor y ahora tenemos que coger por el sol, si o si.
Paola: claro, somos solo amigos.
Es la verdad, pero la verdad a veces duele, nunca una verdad, debería doler tanto, no sé porque empezó a dolerme bastante el corazón, miento, si sabia porque me dolía, por amor, ¿o no?, quien sabe, aun no estaba seguro de nada. Pero bueno ambas se pusieron a mi lado y yo intente disimular mi cara, fui diciéndole a ambas por dónde íbamos, cuanto nos quedaba y las cosas que había vivido yo aquí. En poco menos de media hora estábamos en la calle Goya en la que vivía mi ex novia y que atravesaba medio Puertollano.
Simona: aquí nos separamos chicos, muchas gracias
Paola: ya nos veremos
Axel: ya te llamare
Simona: hasta entonces.
Nos dio 2 besos a cada uno, aunque a mi uno de ellos, no sé si queriendo o sin querer, me dio medio pico en uno de los 2 besos. Me gusto, aunque no me excito, parece que Simona tenía más dificultad que Paola en ponerme cachondo, eso no me alegro nada, porque verificaba que sentía algo por Paola o simplemente quizás, tan solo que Paola estaba más buena. . .
Tras verla irse moviendo su culo sexualmente, me puse en marcha hacia la parte externa de Puertollano, tras 1 hora andando, ya las calles estaban desiertas, algún turista suelto, quizás, solo el tráfico se movía por las carreteras, llegamos a las puertas del hotel, se llamaba: Hotel 4 estrellas Los Escuderos.
Era un Edificio blanco, bastante nuevo, que tenia la zona central y una pequeña terraza blanca también con 2 columnas al final para soportar el peso de ese techo de una buena anchura, había una piscina, que evidentemente ahora estaba abierta por el calor que hacía, incluso gente bañándose, yo pensé: que cambio de temperatura hay en Puertollano sobre Cádiz y solo está a 500 Km(lo conté la 1º vez que vine en el coche de mis padres, de mi casa a casa mi ex novia, 500 km justos), debajo del techito había una cristalera estilo centro comercial para entrar al hotel y por el camino hacia la cristalera, 12 tumbonas blancas. La verdad es que tenía pinta de caro y de una calidad excelente.
Me vino bien llegar sinceramente, porque se notaba que Paola estaba rendida aunque no se quejaba, porque ya no hablaba solo jadeaba, yo había aguantado porque estaba acostumbrando a andar por Cádiz, me rodeaba Cádiz andando todas las mañanas, termine dándole 2 vueltas, bueno entramos, casi a prisa.
Al entrar nos quedamos pasmados ambos, muebles de calidad negros y blancos brillantes, azulejos en el suelo de color negro suave, de una calidad inigualable, las paredes seguían siendo blancas.
Primero nos dirigimos al Restaurante, al entrar todo brillaba, se respiraba calidad, todo estaba hecho en madera pero brillaba no llegue a saber cómo, además tenían otra cristalera que daba a un jardín donde las mesas, eran mesas con mantel, de madera y sillas súper cómodas, dentro se veían las botellas de calidad en cristales que brillaban con luz propia, nosotros pedimos 2 vasitos de agua, el tío nos lo dio por nuestro lamentable estado, muy sudados, nuestra piel algo colorada del sol y nos dijo:
Camarero: oye, ¿vosotros no sois de aquí no?
Paola: no, ¿por qué lo sabe, tanto se nos nota?
Axel: es por lo que yo te conté antes, Pao
Paola: ah, ¿por lo que hace la gente de aquí no?
Axel: si es por eso, bueno yo he estado aquí, lo que pasa, es que la estación nos ha dejado lejos.
Camarero: bueno por eso y porque tenéis un aspecto de turistas que echáis para atrás, además vuestro acento ya es la gota que colmo el vaso, para detectaros.
Axel: gracias por el agua (Estaba un poco serio, porque me veía venir lo que iba a pasar con este tipo)
Camarero: de nada, ¿vais a alojaros en el hotel?
Yo no iba a contestarle, pero como me lo temía Paola, le contesto por sí sola.
Paola: si, creo que si
Camarero: ah bueno, pídanle aloe vera al recepcionista, les hará falta, para las quemaduras leves que tienen.
Paola: muchas gracias guapo
El camarero media algo más que yo, un metro, setenta al menos, delgado, moreno y ojos azules. Yo por dentro sentí una sensación no muy agradable, pero me entraron ganas de coger por el cuello al pobre camarero. El camarero se puso colorado y yo algo molesto dije:
Axel: voy a recepción.
Paola: ahora voy yo
Esto me molesto aun más, pero yo me tuve que aguantar, que iba a hacer si no, total al menos el que iba a dormir con ella, si no cambiaban los planes era yo, aunque no me comiera nada con ella, por el camino me temía lo evidente, esto eran celos, tenía la esperanza que el roce hiciera el cariño.
Cuando llegue a recepción el recepcionista era un hombre negro con un bigote, estilo mostacho, totalmente calvo, vestido de esmoquin rojo y que al menos media 1’90 Cm, yo mire hacia arriba y el antes de que yo abriera la boca me dijo:
Recepcionista: ¿que desea señor?
Axel: Pues deseaba una habitación para 2, con pensión completa y un poco de aloe vera
Recepcionista: Enseguida
Se puso a teclear y me dijo:
Recepcionista: tan solo nos quedan con cama de matrimonio y serian 60 Euros.
Axel: perfecto, nos quedaremos seguro 1 semana y luego ya veremos.
Empecé a oír los pasos detrás mía, Paola se me abrazo por detrás y note como se estrujaban sus tetas en mi espalda, no podía esperar más para entrar en el baño, encima para empeorar la situación me dio un beso en el cuello, no pude evitar ponerme aun mas, si es que eso podía ser, pero sentía que me iba a salir disparada, como un misil.
Encima ella sonrió de una forma tan dulce. . . que no pude decirle nada a pesar de que quería decirle algo ya, aunque no sé si me hubiera atrevido, porque podría fastidiar el buen rollito que había, además que derecho tenía yo a recriminarle nada, si éramos eso precisamente: nada.
Recepcionista: pues serian 420 Euros, espero que disfruten el beta a precio de fábrica.
Paola: que suerte hemos tenido ¿eh cariño?
Se me escapo una mirada asesina, a pesar de que me gustaban ella y sus gestos, la estaba empezando a odiar, porque tenía un jugueteo conmigo, que no llegaba a entender.
Axel: si que suerte, pues 210 Euros cada uno.
Ambos sacamos la tarjeta de crédito y Pagamos la mitad cada uno.
Nos dieron a ambos una tarjeta llave que ponía el número: 002,
Recepcionista: si que habéis tenido suerte, esta misma mañana, la pareja que ocupaba esa habitación se han ido, disfrutad mientras podáis que este hotel en un futuro es posible que cuadriplique sus precios.
Paola se puso muy feliz
Paola: ¿empezamos con buen pie eh?
Axel: anda, vámonos a nuestra habitación ya, que estoy deseando llegar ya.
Paola: anda súbeme, mi maletita por favor que yo quiero hablar con un amigo antes
Puse una cara algo sarcástica, pero no dije nada, porque yo no era nadie para decir nada. . . solo un amigo, como ella dijo.
Axel: ten cuidado
Paola: te lo prometo
Cogí con resignación, su maletita que pesaba más de lo que esperaba, no demasiado, pero pesaba para su tamaño, la mía de comida ya vacía y mi maleta grande que pesaba siendo un poco exagerado, una tonelada. Me dirigí por el pasillo blanco y las puertas negras.
Axel: que armonía de colores (dije no muy animado y hablando solo).
Por el pasillo vi que había un cartel que ponía salón de ocio, como iba tan cargado no me quise parar a ver, también pase por otro cartel que ponía jacuzzi, al seguir andando vi sauna, bueno y por fin llegue sacando la lengua del esfuerzo a mi habitación que estaba al final del pasillo prácticamente, bueno metí la tarjeta llave y entonces la habitación se abrió, entre a oscuras, para meter la tarjeta dentro para que se active la luz y luego cerré la puerta deje las maletas en un lado y escrute la habitación, bien escrutada.
Había una cama gigante bien hecha, con la funda blanca con una raya lila, un banco blanco en la esquina donde yo deje las 3 maletas, un tocador negro con 2 lámparas, con un espejo de pared completo, con 2 cristales a los lados, un banco y 2 toallas detrás, delante de la cama bien situada y de un tamaño adecuado había una tele de pantalla plana negra, con Ono, televisión por satélite y digital, DVD incorporado y un escritorio blanco con una silla negra muy cómoda para comer, o hacer lo que sea. Era una habitación súper romántica que parecía haber sido sacada de un relato romántico.
Había 1 Armario empotrado negro con espejos por fuera bastante amplio con cajoneras y la caja fuerte dentro, 2 mesitas de noche blancas con 3 cajones, había 1 teléfono negro inalámbrico y me dirigí al baño ansioso por verlo. Una bañera con pantalla móvil con hidromasaje, jacuzzi y varias funciones, una ducha con sabe dios cuantas funciones y con pantalla hermética, supongo que para cuando no te diera tiempo a bañarte, el lavabo con secador, planchas, peines, jabón de mano, champú y gel para ambos sexos de buena calidad, había un bidel y un váter todo los muebles de esta sala eran blancos y las paredes eran de azulejos negros con grumos pintados grises, era muy bonito a la vista. Yo pensé: fantástico, esto no es un hotel, es un hogar, aunque me sentía solo, me sentía como en casa.
Deshice mi maleta, metí mi cartera en la caja fuerte, cogí mi pijama marrón de pelitos, mis calcetines de dedos de varios colores y unos calzoncillos blancos bóxer de andar por casa, puse la calefacción a 30 grados, me metí en la bañera prepare mi toalla y empecé a llenarme la bañera en función normal, estaba demasiado cansado y si ponía alguna función rara me iba a quedar dormido y no era plan. Me quede un rato relajándome en la bañera pensando que estaría haciendo Pao, aunque era obvio lo que estaría haciendo y bueno como necesitaba desahogarme, a los 20 minutos, vacié la bañera, me lave entero, y me vestí, cuando me iba a empezar a masturbar, escuche que entraban por la puerta de fuera de la habitación. Salí recién lavado y Paola venia muy contenta, pero se quedo asombrada de la habitación.
Paola: Dios mío, hemos triunfado con la habitación.
Axel: si, bueno, hay tienes la bañera preparada por si la necesitas
Paola: tu ya la estrenaste, ¿eh pillín?
Axel: si, me hacía falta, igual que a ti
Paola: yo luego me ducho, es que tengo una cita
Esa palabra me retumbo varias veces en mi cabeza, cuanto más retumbaba, mas me dolía, pero logre fingir indiferencia,
Axel: ¡¿ya?! Joder, que rápida. Yo aun nada
Hombre ni había hablado con ninguna chica, ni había visto ninguna exceptuando a Simona, claro, pensé en llamarla ya, pero descarte la idea porque no me gusta usar a nadie, igual que no me gusta que me usen.
Paola: Bueno, ya ligaras o llama a tu amiguita Simona. (Dijo provocándome la idea de que salía con este chico para ponerme celoso, porque antes lo estuvo ella)
Descarte esa sensación que me había provocado con su actitud por no ser lógica, luego cogió 1 par de cosas de su maleta, que no logre ver, dejo la maleta, hay en el banco y me dijo:
Paola: hasta luego, disfruta con ella.
Yo estaba tan agobiado, por lo que estaba pasando, que ya no me apetecía masturbarme, aunque seguía excitado, así que me tumbe en la cama con los brazos bajo la cabeza, boca arriba, a pensar sobre todo lo que me había pasado hoy.
Eran demasiadas emociones y ajetreos juntos, así que al poco me quede dormido. Me volví a despertar varias horas más tarde, mire mi móvil y eran las 9 de la noche, me despertó el hambre. Así que busque en mi armario, la ropa más adecuada para bajar un momento a cenar, me puse unos pantalones pirata blancos, unos zapatos negros con tribales blancos y una camiseta negra con dibujos grises (mi camiseta favorita), cogí mi tarjeta, me la colgué del cuello y Salí, cerrando bien la puerta.
Por los pasillos me vi pasar una mujer de 30 años, rubia con la melena ondulada y larga hasta los hombros, los ojos marrones, rondaría el metro sesenta, porque era más o menos de mi tamaño y tenía buenas curvas, sin exagerar así que no tendría más de una 100-A. Cuando paso por mi lado metida en esa bata roja le mire el culo, como todo buen hombre hace de vez en cuando y lo mejor de ella era su culo, eso estaba claro.
Fui al restaurante y mientras yo entraba, dos chicas salían, estas no tendrían más de 20 años, una era morena con el pelo rizado que le llegaría por el cuello y no mediría más de metro cincuenta y la otra metro ochenta rubia con el pelo liso y cortito, no me dio tiempo de ver mucho mas, estaba demasiado hambriento como para perder más tiempo en chicas que no me habían ni mirado, echando un par de ojeadas, me senté en una mesa solo y me puse a mirar, había mucha gente cenando, no vi a Paola por ninguna parte y había tomado una decisión antes después de mucho pensar en la cama: si ella jugaba al ahora sí y al ahora no, pues yo iba a jugar a no perseguirla porque me había llevado 10 meses persiguiéndola, tan solo para conseguir quedar y ni eso había conseguido, así que esto al menos tenía que funcionar. (Las mejores ideas se te ocurren en el váter, en la ducha o durmiendo), además me di cuenta que el camarero de antes ya no estaba, supuse que se habían ido juntos por ahí, porque habría terminado su turno, aunque en parte me fastidiaba esa idea, me alegraba no encontrármelo.
Ahora había una camarera, bastante joven, morena, ojos azules, metro cuarenta, unas tetas más grandes que las de Paola, tenia buen culo pero al tener las tetas tan grandes, le hacia una figura más curvada por delante que por detrás y quedaba extraña, un poco desigual, la chica era preciosa, además el uniforme era una minifalda blanca, con medias cruzadas negras, tacón blanco y camisa blanca, que llevaba el botón inferior abierto y los 2 de arriba que le hacia un exquisito escote. Para colmo tenía el pelo negro suelto, a capas y le llegaba casi hasta el culo, lo más curioso, al pasar por mi lado, me fije que olía a caramelo, ¿coincidencia o el destino?, tendría que averiguarlo, aunque me fije que el uniforme no le gustaba demasiado, puesto que mostraba demasiado escote, seguro que eso estaba hecho a propósito.
Al poco se acerco a mí y tímidamente, con una voz súper dulce me dijo:
Camarera: ¿desea algo señor?
Me fije que tenia los labios algo grandes que entraban ganas de pegarles un bocado y unos ojos verdes que no se podían dejar de mirar.
Axel: perdona, me había quedado anonadado con tu belleza
Ella se puso del color del tomate y yo viendo que quizás me había pasado quise arreglarlo.
Axel: disculpa mi atrevimiento, si te ha molestado es que pensé que si trabajabas aquí, siendo tan hermosa, estarías acostumbrada a oír cosas así.
Camarera: no, no me ha molestado. . ., es que no me esperaba que me dijeras algo así. . .y no me suelen decir estas cosas, me dicen guarradas, gracias por lo que me has dicho. (aun mas colorada)
Axel: bueno, vale, (risitas), Tráeme el menú del día, señorita. . . (Dije para intentar sacarle el nombre)
Camarera: Natalia, me llamo Natalia y enseguida se lo traigo señor. . . (Dijo siguiéndome el juego)
Axel: Me llamo Axel y nada de señor, solo Axel (y le guiñe un ojo) Bonito nombre Natalia
Ella se fue, riéndose pero me di cuenta que seguía colorada, parecía que podría terminar ligando yo, lo que pasa que con Natalia habría que ir despacito según me parecía a mí, al poco rato Natalia me trajo Sopa de puchero de 1º plato y un trozo de pan de pueblo (eso era lo bueno de estar en un pueblo, era mi pan favorito) y vi que le costaba hablarme pero que se es esforzó y me dijo:
Natalia: ¿Qué quieres de beber Axel?
Dijo tímidamente y como con algo de vergüenza.
Axel: quiero una coca cola Zero guapa, oye, me gusta cómo suena mi nombre en tus labios ¿sabes?
Ella sonrió pero a la vez puso cara de tierra trágame, iba a disculparme pero ella fue a por la bebida rápidamente y no me quitaba la mirada de encima, a veces se giraba incluso para mirarme. Parecía que le estaba gustando a ella este juego más que a mí, aunque también era obvio que se estaba muriendo de vergüenza. Yo espere el refresco para comer y cuando me lo trajo, me dijo algo agobiada por el caos que gobernaba en su cabeza:
Natalia: Guapo, en cuanto te comas el primer plato llámame y te traigo el segundo ¿vale?
Nada más salir la palabra guapo de su boca, vi como ponía mala cara, como si hubiera dicho algo que no quería decir o que tan solo estaba pensando y lo demás lo dijo como algo forzada, además se puso algo colorada, decidí matarla ya de vergüenza y le conteste.
Axel: así, ¿qué te parezco guapo, no?
Nada mas decir eso ella puso cara de querer morirse, pero para echar más leña al fuego, yo quise agravar la situación.
Axel: ¿Sabes que te pones muy bonita cuando te pones colorada?
La había dejado totalmente colorada y que no sabía que decir, así que para romper ese estado le dije.
Axel: no te preocupes, solo quiero conocerte un poco
Natalia: ¿para, para qué?
Axel: tranquila, es solo, que me gustaría, conocerte.
Ahora la deje algo confusa, intento simular una sonrisa y se fue pensativa.
Yo comí muy a gusto, sabiendo que estaba pensando en mí y ella seguía mirándome de vez en cuando, así que comí con toda la educación del mundo. Cuando termine de comer el primer plato, levante la mano y a ella le falto correr para venir a atenderme, cuando llego me dijo sin yo decir nada.
Natalia: ¿el segundo plato Axel?
Axel: tráeme el postre también y así te ahorras, venir a verme tan seguido.
Natalia: no te preocupes yo prefiero venir a ver. . .te
La había vuelto a pillar, tan solo se había dado cuenta cuando ya iba por el final de la frase, yo sonreí de oreja a oreja y ella intento arreglarlo aunque lo estropeo más, bajo mi directa opinión.
Natalia: perdona, lo he dicho mal, no pretendía decir eso, pretendía decir que el helado se te iba a derretir si lo traía ahora.
Preferí no dejarla arreglarlo y meterla en un compromiso para ver que hacía, estaba tonteando con ella, no sé porque estaba desatado, no sé si por celos de Paola, no sé si porque no tenía padres que me controlaran o no sé si quería demostrarme a mí mismo que yo también podía ligar, que Paola no me rechazaba, solo que no me conocía suficiente para valorarme o quizá, porque estaba más salido que el pico de una mesa o una mezcla de todo esto.
Axel: no importa, me ha gustado lo anterior que has dicho.
Ella se quedo callada, como impactada, me miro a los ojos, me sonrió, colorada y luego se fue a por mis cosas, al rato me trajo en un plato: jamón serrano, picos, aceitunas con anchoas y queso del bueno. Estaba claro que por ser la noche era una cena ligera.
Natalia: espero que sea de tu gusto, te he echado un poco más.
Axel: guau, muchas gracias cariño.
Ella sonrió con lo que le dije y yo pensé: tiene sus ventajas ligarse al “servicio” y luego le devolví la sonrisa, que fue el escopetazo de salida para que se fuera a atender otras mesas.
Comí sin prisas hasta que lo acabe entero que volví a alzar la mano, los demás tenían que llamarla, pero como ella no me dejaba de mirar, bastaba con llamarla así, que en pocos segundos ya la tenía allí. Se llevo los dos platos, el vaso y la lata y me dijo:
Natalia: enseguida te traigo el helado cariño
Lo dijo lo ultimo como imitando mi forma de hablarla
Axel: tu sin prisas guapa
Aunque estaba de espaldas cuando le dije eso, estaba claro que lo había oído, porque dio un pequeño salto que a mi particularmente me hizo mucha gracia. Cuando volvió con el helado, le dije intentando dar un paso más:
Axel: tu cuando sales, para quedar y tomarnos algo, si quieres. . .
Ella cambio la cara y antes de que hablara ya sabía yo la respuesta, había dado un paso demasiado largo y había cortado el juego. Lo había hecho porque me sentía algo solo desde que baje del tren, echaba de menos a Paola y a Simona.
Natalia: No, no mejor, no. Es que
La interrumpí, no quería oír la escusa, me puse serio por primera vez desde que hable con ella y le dije:
Axel: da igual, olvídalo, no tendría que haber dicho eso.
Ella puso una cara que no supe reconocer, quizás culpabilidad, quizás sorprendida por haberlo pillado, antes de no decirme ella toda la escusa o quizás sorprendida porque no insistiera, incluso quizás apesadumbrada por haber cortado el juego de raíz o varias cosas a la vez, quién sabe. La cuestión es que intento decir algo ella
Natalia: Si me necesitas llama
Axel: no te voy a necesitar más, gracias.
Natalia: me
Yo le conteste algo borde, no estaba enfadado ni molesto con ella, si no conmigo mismo, por mi fracaso. Me tome el helado, hecho un mar de furia por dentro. Pero bueno antes de irme, la vi algo triste atendiendo una mesa, le bese en la mejilla poniéndola al instante colorada y mirándome entre sorprendida y asustada. Y yo acerté a susurrarle en el oído:
Axel: hasta mañana guapa
Natalia: ya nos veremos por aquí
Y ella sonrió, entonces me miro mientras me iba, algo confundida. Yo me dirigí a mi habitación y un detalle me llamo la atención nada mas encender la luz, la cama estaba revuelta y al instante pensé: aquí ha estado Paola con su amigo, vi el mini bar abierto y faltaban 2 botellines pequeños y encima borracha un lunes. . . buen comienzo, pero lo que más me dolía era, que había estado en nuestra habitación con él, ella no respetaba nada o quizá solo era que ella había ligado o incluso simplemente que ella ligaba y yo no.
Axel: Paola uno, Axel cero.
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