Mi fiel compañera de juegos.

Finalmente, me di cuenta de que pensé demasiado por las dos, que en realidad solo eras una más de mis perfectas idealizaciones sobre alguien que nunca existo.

Que pena saber lo que fuimos y ver lo que somos.
Que lastima no tener nada de quien algo espere.
Que triste sentirte a km y tenerte a cm de mí.
Que mal alimentarnos de esos recuerdos que fabricamos y que hoy solo recuerdos son en este inmenso universo.
Ese mismo universo que crece y crece entre nosotras, ese que hizo que un día tomáramos caminos distintos

Solo espero, que algún día, en algún punto de trayectoria de esos caminos, podamos volver a encontrarnos y volver a ser esas niñas que eran felices creando momentos especiales en su pequeña casita de muñecas.
Hasta ese día te estaré esperando, hermana mía.

Mariposa de Vietnam
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