El Camino del Deseo. Capítulo 3: Viaje indeseado.

Capítulos anteriores:
Capítulo 1: Una mala noche.
Capítulo 2: Mala compañía.

 

Capítulo 3: Viaje indeseado.

Era muy de noche cuando Madeleine se presentó en el lugar del encuentro. Como bien le dijo John, iba sola. Abrió la puerta de su coche y salió a un descampado donde una figura se encontraba esperando. Sólo se podía ver su negro contorno bajo la luz de la luna.

– ¿John? – Preguntó con voz ahogada – ¿Eres John?

– Ven – le ordenó la figura – ¡Rápido!

Madeleine se apresuró, a pesar del tono amenazador con el que le llamaba la persona que tenía delante. No sabía decir por qué, pero a pesar de la extraña situación en la que se encontraba desde que le salvó de los indigentes, solo quería estar con John.

Cuando llegó a su lado, vio a John con ropa radicalmente distinta. En vez de llevar unos pantalones militares raidos, portaba unos pantalones negros muy anchos y nuevos. En vez de llevar el abrigo de mujer agujereado llevaba una espacie de camiseta sin mangas de color blanco, nueva también. Y en vez de ir descalzo llevaba unas botas de cuero. También llevaba unos guanteletes de cuero y un collar muy fino con una máscara colgando de él.

– Ya estoy aquí… – Empezó a decir Madeleine, pero no le dio tiempo a acabar su frase. Aun no había terminado de pronunciar “aquí” cuando se dio cuenta que John le estaba besando.

Madeleine puso cara de sorpresa y se le aceleró el pulso. Pensó que este beso sería un beso sin nada especial, que este beso no traería problemas ni lamentos, que solo se trataba de un beso inocente… pero estaba muy equivocada.

En cuanto los labios de John se despegaron, su semblante cambió tan radicalmente como lo habían hecho sus vestiduras. Ahora tenía una mirada fría, y todos los músculos de su cara tensos como el acero.

– Llevo esperando este maldito momento durante muchísimo tiempo – Empezó a decir con una voz muy grave, como la de un demonio – Por fin mi espera dará sus frutos. Faerûn entera temblará ante mí…

– ¿John? – Titubeó la mujer – Me estas asustando un poco… ¿por qué no me miras cuando te hablo?

Pero John no le hacía caso. Sus ojos estaban fijos en una bolita de mil colores del tamaño de un puño que flotaba en el aire y que antes no estaba. Madeleine se abrazó a John. Nada de esto era normal y estaba muy asustada.

Para su sorpresa, sus brazos y sus manos se toparon con un cuerpo gélido que le heló la sangre y la asustó más aun.

– ¿Qué está pasando? – Le gritó asustada.

– ¡Calla puta! – Grito John con una voz tan grave como la de un dragón mientras le golpeaba en la cabeza con su puño cerrado. Madeleine se cayó al suelo a siete metros de donde se encontraba.

La esfera cada vez se hacía más grande. Pasó de tener el tamaño de un balón de futbol al de un coche en apenas tres segundos.

Mientras Madeleine intentaba levantarse del suelo a pesar del aturdimiento del golpe. No sabía que estaba pasando y no veía con claridad. Sin saber porque empezó a caminar hacia delante.

La esfera era cada vez más y más grande, hasta absorber al descampado con Madeleine y John dentro. Una explosión de luz hizo que pareciera de día a varios kilómetros a la redonda durante varios segundos. Cuando la luz se apagó, en el descampado había una puerta de roble morado del tamaño de una casa de dos pisos. La puerta estaba totalmente abierta y se veían nubes al otro lado del marco de la puerta.

Madeleine aun no podía ver bien. Delante de ella se encontraba un cielo azul y pensó que estaba delirando. También pensó que todo era un sueño. John no existía y no se habían besado. John no existía y no le había pegado.

– ¿Qué coño estás haciendo? – Le preguntó John al ver que esta caminaba torpemente hacia la puerta – ¿Acaso quieres entrar? ¿Quieres ir a Faerûn? ¿Eso es lo que quieres? – sus gritos se podían oír desde muy lejos, y su grave voz asustaba hasta a las piedras.

Madeleine no podía hablar, cada vez que intentaba articular una palabra aparecía un dolor insoportable en su cabeza, por lo que siguió caminando hacia delante.

– ¡¡Pues si quieres entrar dilo!! – Gritó John mientras se acercaba a ella haciendo grandes aspavientos y soltando una risotada – Hoy Faerûn recibirá a una puta nueva – Dijo mientras le agarraba con una mano el pelo y con la otra el cinturón de sus vaqueros. Levanto ambos brazos por encima de su cabeza y arrojo a Madeleine dentro de la puerta como si fuera un balón medicinal. Acto seguido, John entró por la puerta.

 

Tras varios segundos un coche patrulla llegó al lugar y paró a una veintena de metros de la puerta. Del coche salieron dos policías.

– ¿Pero qué cojones es eso? – dijo uno de ellos mientras se acercaba a la puerta.

– Dani, no te acerques demasiado – aconsejó el otro – el que llamó a comisaría dijo haber oído la voz del diablo, y todos hemos visto la bomba de luz…

De repente, un haz de oscuridad tapó todo. No había ni un ápice de luz. Era la oscuridad total. Tras unos escasos segundos se volvió a ver la poca luz de la luna y de las sirenas del coche patrulla. La puerta ya no estaba ahí.

Dani miró a su compañero temblando de miedo

– ¿Será este el fin del mundo?

 

Autor: Germán Pérez Campo. 31 de Julio del 2008.

 

Capítulo siguiente:
Capítulo 4: Un nuevo mundo.

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6 Comentarios

  1. Lascivo dice:

    Colosal. Eres tremendamente descriptivo, lo que me ha sorprendido. ¡Detrás del Pequadt macabro que todos conocemos hay un Pequadt calculador! Espero con ansia el capítulo 4.

  2. Pequadt dice:

    No se… cuando lo releo pienso que podría quedar mejor, además de que todos los hechos están quedando muy forzados y eso no me mola, pero igual es cosa mia 😛

  3. Lascivo dice:

    weno, a mi me pasa también que nunca kedo satisfecho con mis relatos, pero cuando pasa mucho tiempo y los vuelvo a leer me convenzo de k no están tan mal. Ahora lo acabas de escribir y lo tienes mas en caliente. Dentro de un tiempo estarás más k satisfecho. Sobretodo porque lo has escrito muy bien, muchacho.

  4. champinon dice:

    Si, es verdad, ya te lo dije y lo repito,.. tus descripciones son muy buenas y usas exactamente laspalabras que debes usar…

    Tambien es cierto lo de los hechos forzados,… pero detrás queda un hilo argumental que estas haciendo aparecer que es lo que nos engancha,… el pork habra hecho eso este tal john es lo k me carcome por dentro en este momento…

    Animo!

  5. arxi dice:

    No funciona el link al capítulo 4… ¡y estoy muy intrigado!

  6. Pequadt dice:

    Gracias por informarlo 🙂

    Ya está bien puesto el enlace. Espero que lo disfrutes 😀

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