La Flecha de Fuego. Capítulo 7
- publicado el 17/09/2008
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Señor Dollh. Parte 1
Para comprender mejor este relato es recomendable leer previamente estos dos relatos:
¿Está rico el arroz tres delicias?
El Restaurante Ming
El zumbido era bastante insoportable. Ya de por sí es agobiante estar en una habitación en penumbra, con el calor del verano y una humareda de tabaco que salía de la pipa del Señor Dollh como para tener que aguantar el zumbido metálico del ventilador.
Me levanté de mi silla y apagué el interruptor.
– Novato – dijo con desgana el señor Dollh – enciéndelo antes de que nos quememos.
Volví a darle al interruptor. Junto con el movimiento de las aspas apareció el zumbido estridente. Resoplé indignado y me senté en mi sitio. No me gustaba el Señor Dollh. Si bien es un gran detective, tiene más manías que la Santa Inquisición.
Me tiré casi toda la mañana observando al Señor Dollh, para ver si mi mirada le ponía nervioso, pero nada. El Señor Doll pasaba las hojas de su periódico como si nada. Cuando se le gastaba el tabaco de la pipa, lo volvía a llenar y lo encendía con cerillas. Siempre con cerillas.
A la hora de comer me dejó a cargo del teléfono mientras él se iba a un bar. Lo primero que hice fue apagar el dichoso ventilador.
Pasó casi una hora cuando el Señor Dollh llegó con la tripa llena y un libro bajo el brazo. Encendió el ventilador y se sentó en su silla frente a su escritorio y comenzó a leer su libro titulado “Sopa de Relatos” sin hacerme el menor caso, como si yo no estuviera. Y así pasó el tiempo.
El reloj apenas había anunciado las ocho de la tarde cuando el teléfono sonó. El Señor Dollh extendió su peludo brazo hasta el aparato y descolgó el teléfono. Sin cerrar el libro y sin dejar de fumar de su pipa se acercó el auricular al oído.
– ¿Dígame? – Dijo desganado – Si, si, es aquí…. Soy yo, yo soy el Señor Dollh… tranquilícese señora… oiga… escuche… ¡Escuche! Dígame que ha ocurrido y veré que puedo hacer… ajá… – Su voz se volvió más animada – Ajá… entiendo… no grite, no grite… siga… ¿en dónde?… ¿restaurante Minf?… ¡Ah! Restaurante Ming… si… si… me interesa su caso, dígame donde es… – soltó el libro y cogió un bolígrafo y empezó a escribir -calle Federico de la Torre número seis. Muy bien señor, ahora nos vemos… ¡Ah! Perdón, señorita. Ahora voy para allá.
Dicho esto, el Señor Dollh colgó el teléfono, cogió su abrigo negro se lo puso. Sí, en pleno verano iba el Señor Dollh con su abrigo negro. Me miró por primera vez en mucho tiempo y me dijo:
– Recoge tus cosas. ¡Nos vamos!
Cogí rápidamente mi pistola y las llaves y salimos raudos y veloces a la calle. Subimos al sidecar de color crema y callejeamos hasta llegar a la calle Federico de la Torre.
Allí nos esperaba una chinita muy mona con unos palillos en la mano. Nos explicó muy sobresaltada como un hombre había asesinado a una camarera suya con un trozo de pollo y como un coche amarillo había atropellado a la mujer de un hombre.
– Debeis atlapal al señol Esteban Alonso – dijo la china – Sel homble malo y podeloso.
– No señorita, el caso de Esteban Alonso no nos interesa – Dijo el Señor Dollh – nosotros vamos a por el del coche amarillo.
Dimos la espalda a la chinita y fuimos a hablar con un hombre que miraba la acera. Por lo visto llevaba aquí toda la tarde, pues habían atropellado a su mujer y raptado su cuerpo en la mismísima salida del restaurante.
– Hola – Le habló el Señor Dollh – Tengo entendido que su mujer fue…
– ¡Luisa! – Le interrumpió el hombre – Se llama Luisa.
– Si… – prosiguió el Señor Dollh – Tengo entendido que han atropellado a Luisa y la han raptado. ¿Cómo es eso?
El hombre miró con una mirada lunática al Señor Dollh. Tenía las pupilas muy abiertas y se agarraba la camiseta fuertemente.
– Vino un coche amarillo, un Seat amarillo y la atropelló.
– ¿Recuerdas la marca del Seat?
– No… no, nonononono – El hombre empezó a tartamudear – Si… si, sisisisisisisi… era un Seat Ibiza Amarillo.
– ¿Tomó usted la matricula?
– No, yo tomé rollitos de primavera, arroz tres delicias y pollo al limón, además de una ensalada china y una de ternera con patatas. Teníamos apetito.
El Señor Dollh intercambió una mirada fugaz conmigo y le dijo al hombre con voz calmada.
– No. Me refiero a si apuntó el número de la matrícula del Seat Ibiza Amarillo.
– No… no, yo no apunté nada. Pero le vi la cara. Era un chaval de unos veinte pocos años y llevaba unas gafas rojas, como las de Buenafuente.
El Señor Dollh tomó nota en su PDA y se dio la vuelta.
– Ya nos volveremos a ver en cuanto descubra algo.
Autor: Germán Pérez Campo, 9 de Agosto del 2008.
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XDDDDDDDDDDDDDDDDD
¡Has hecho uso del más puro humor inglés! ¿Tomó usted la matrícula?
jajajajajaj
Por lo demás, esta historia promete. Ya hablaremos tú y yo de los derechos de autor, eh? Y por Esteban Alonso… quién sabe si alguien se animará a crear una historia sobre él…
Me recuerda a Olmedilla!!!
Para más http://www.moraldescuidada.wordpress.com
Siempre es bueno hacer publi de nuestros relatos, no? xD
Es homicidio tio… mira los tags,… paso a cambiarlo!
«Homicideo» xD
Gracias por cambiarlo ^^
Ya de paso añadí un par de tags mas… por eso de la internacionalidad del blog, xD
Que me dices,.. tag private. xD!!
Por cierto, muy bueno el de Olmedilla.
Oh! Me publicitan! Dichosos mis ojos!
Pues no dejéis de visitar http://www.champinonesverdesdelcampo.wordpress.com
es digno de ver! y de oír! y de tocar!
y de oler…
Muy buena esta historia, me gustó que la cuenten desde distintas perspectivas =)
Primero gracias, aunque no se la relacion que tiene mi blog con esta historia, pero en fin… xD
Florchh, podrías animarte y escribir tu también una visión de esa noche, es un experimento, a ver que sale, ;P
Sí, Florchh, animate!
Champinon, Florchh se refiere a la relación entre «¿Está rico el arroz tres delicias?», «El Restaurante Ming» y «Señor Dollh».
Te animamos a que continúes con este relato (Florchh), estamos seguros de que nos sorprenderás 🙂
Si me referia a lascivo que a puesto un enlace a mi blog personal, y no entendia la relacion del mio con la historia como si lo habia visto de olmedilla con tu narrador
la razon era puramente publicitaria y aduladora, champignone
habemus papas!
xD Gracias pues
He visto el pre-primer-relato-chino…
Florchh aun esperamos tu «particular punto de vista» puede ser muy interesante