Corazón, cerebro y tontuna
- publicado el 03/05/2016
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¿Hay alguien en el servicio de saltamontes bicéfalos con peluquín?
Mi jefe tiene una enfermedad muy rara. Su nombre es John Spoon, tiene unos 45 años. Es muy simpático. De hecho, es, probablemente, el hombre más simpático que he conocido. Siempre me pone contenta verle por la oficina, pero no sólo por su buen humor.
La enfermedad de John es… muy peculiar. El lóbulo nosequé de su cerebro, la parte de su cabeza que se encarga de procesar la visión, está dañado. Está muy dañado. No penséis que era ciego, no. John ve perfectamente. El problema es qué ve. Su cerebro asocia imágenes incorrectas a objetos y personas que entren en su campo de visión. Creo que los afectados por esta enfermedad normalmente ven algunos objetos borrosos, como manchas, porque su cerebro no termina de asociar el objeto con la idea. En el caso de John es muy exagerado. Su cerebro asocia ideas incorrectas a cosas que él ve, dándole la imagen de otra cosa. Lo explicaré con un ejemplo: El otro día estaba en la oficina y vino John, mi jefe, paseando por el pasillo, al que da mi mesa. Cuando pasó a mi lado me dijo:
– ¡Hola, Linda! ¿Hace buen día, verdad?
– ¡Oh, hola, señor Spoon! Sí, hace un día maravilloso. ¿Cómo se encuentra?
– Bien, muy bien, Linda, sigue así.
– Buenos días, señor.
– Buenos días, Linda. ¡Ah! Y cuidado con el caballo que tienes detrás, tiene orejas de elefante y en vez de rabo… ¿una cafetera? Sí, eso parece. Creo que esta especie es muy mansa, no te preocupes. ¡Pero échale un ojo de vez en cuando! -y me guiñó un ojo, justo al irse.
Hasta ahora es todo gracioso, incluso algunos yonquis pensarán que es una enfermedad cojonuda y divertidísima. Pero pensad que este hombre ha tenido que estar toda su vida viendo cosas espeluznantes y sorprendentes, hasta el punto de que ya nada le impresiona.
El otro día cogió el dragón para venir a trabajar. No puede usar coche, claro. Le pagó un dólar con veinticinco centavos a la flauta travesera que lo conducía y se sentó en un incómodo sofá-cama al fondo del todo. Cuando llegó a la oficina, entró por la puerta agachándose (nadie sabe porqué) y se metió en la rana diseccionada gigante. Apretó el botón que decía «5º piso» e intentó no tocar las tripas del anfibio. Dejó su maletín encima del hipopótamo con piel de cocodrilo y su abrigo en la lámpara de lava de dos metros que tenía en su despacho. Me percaté de que llevaba los zapatos en la mano, e iba pisando de puntillas y en pasos muy grandes, como esquivando algo. Salió de su despacho con un gran aire de tranquilidad y me dijo «buenos días, Donald, veo que hoy no eres negro». Se fue e intentó entrar por una puerta inexistente de la pared, dándose pequeños golpes y girando un termostato hasta que lo rompió.
El año pasado se fue de caza con unos amigos suyos. Acabó tirando al suelo su pitón automática con doble cargador y poniéndose en la línea de fuego al grito de «no matéis a estos pobres niños. Aunque no tengan brazos ni piernas, ¡merecen vivir!». Sus amigos, claro, no volvieron a invitarle. No sé que animal estarían intentando cazar, pero me gustaría saberlo.
Quisiera que se respetase más a mi jefe, porque es un buen hombre. Y aunque a veces es difícil aceptar que orine en las macetas delante de todos, o que siempre que tenga que firmar algo lo haga encima de la mesa, o que el día que traje a mi hija Missy a la oficina me sancionara porque no se permite la entrada de animales exóticos al edificio, hay que comprender que es un defecto que le hace ser más peculiar que raro.
Y más humano.
Yizeh. 31 de Agosto de 2008
(Personaje de John Spoon inspirado en la novia de Caraculo, Lorrie Bobbs, de la novela gráfica de Garth Ennis, Predicador)
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jajajaja
La historia tiene mucha gracia, y además me gusta cómo lo cuentas, con la empleada hablando en tercera persona. mmmmagustao xD
xDDDDDD
Muy divertido. Has pulido muy bien tu mejor humor y te ha salido un relato moltto divertido.
vaya, me alegro, pero creo k podría haberme exprimido más. No esperaba k gustara. rezaré medio rosario por cada uno, en agradecimiento.
snif… gracias!
medio rosario? joder si ahora en el estanco los tienes por 2,95, tírate el rollo.
venden rosarios en el estanco?? el rollo no me resulta atractivo sexualmente
uh estanco, perdón, siempre pensando en lo mismo. KIOSCO, eso (ejke tengo que ir a por tabaco y se me ha ido la pinnnza).
No te metas con la nueva colección de rosarios, podrías ofender a alguien.
cierto, este es un blog laico-ateo-católico-musulmán-evangélico-protestante-almíbar-ceuta-marrón. Todas las ideologías son tralarí y nos gustan tralará
A mi parece que el personaje en si tiene mucha mas miga,… k no le has exprimido al limite de sus posibilidades, una vez te dije que debias estar mas cerca de tus personajes pork no les conocias lo suficiente, ahora creo k te ha pasado al reves, le falta cierto toke al relato, desde mi punto de vista, asi seria un relato fantastico digno de ser destacado
voy a tener muy en cuenta tus palabras, champi. Me ha gustado (y servido) tu crítica
Me alegro…