El Fin de tu Mundo. Capítulo 1

Por fin, después de tanto tiempo, lo conseguí. La pistola de protones ectoplásmicos a base de rabánidos paramécicos es ya un hecho. Han pasado cinco años. Cinco años en los que he invertido mi tiempo y mi dinero en diseñar el arma definitiva. Con ella, ninguna persona me opondrá resistencia. ¡Ni persona ni nación!

Consiste en un núcleo desestabilizado de carbonoidolina accionalizada al que se le han extraído todos los protones. De esta forma, se crea un ectoplasma que devora al sujeto al que apunte el arma. Los rabánidos paramécicos son para dar mejor sabor. ¡Imaginad un mundo doblegado a mí, su inventor! Derrotaré a todos los tiranos, acabaré con el hambre y la pobreza en el mundo. ¡Seré su amo y señor!

Ju, ju. Ahora mismo salgo a hacer una prueba. El experimento con animales es espeluznante, pero con humanos tiene que ser digno de… ¡PLAM! ¡PLAM! ¡PLAM!

*** Águila-manca-y-coja a Nido-de-avispas-rocieras. Señor, objetivo identificado y derribado, procedemos a la eliminación del cuerpo. Un equipo científico de contención en camino para recogida del arma. Cambio. ***

*** Recibido, Águila-manca-y-coja, buen trabajo. Traigan el artefacto sin más dilación. Corto. ***

Yizeh. 30 de Septiembre de 2008

Yizeh Castejón
Últimas entradas de Yizeh Castejón (ver todo)

1 Comentario

  1. Pequadt dice:

    Oh, oh… han robado el arma!

Deja un comentario

Tu dirección de email no será publicada