Breathe Deeply
- publicado el 08/11/2010
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Fortuna nada despreciable
Escribe Juan Ramón Jiménez Vico para el Diario Demente de la Perdiz (en adelante DDP). El encuestado se trata del archiconocido Gochi Alfredo, escritor de “Lee mientras cagas”, quien tras escribir el citado libro, concretamente se trata de su primera obra, ha encandilado al lector de Europa y América. Su libro, un Best Seller imparable, no hace más que traducirse a varios idiomas con cierta soltura, pues de todos es sabido: el lenguaje corporal del baño es unicultural.
DDP: ¿Cómo se le ocurrió la esta idea tan original e innovadora?
GOCHI: Bueno, un libro de estas características no es fácil de hacerse, ¿sabe? Yo fui un lunes a la Editorial Paloma de Mazorca y les propuse mi idea. Un estudio empírico realizado por la red de encuestadores y del departamento de marketing evaluó mi idea. A los pocos días me llamaron y me pagaron por adelantado todos los gastos junto con algún extra.
DDP: Ya veo. Así que usted presentó su idea antes que su libro. ¿No tuvo miedo de que se la robaran?
Gochi: Bueno, yo creo que esas cosas sólo ocurren en las películas. Usted me entiende. En Hollywood se hace cine sobre robos de ideas. ¿Quién no habrá visto aquella película de Disney, esa en la que le roban a uno su idea de un libro y al final se casan? Pero en la vida real, ya sabe, aquí, en el presente, estas cosas no pasan.
DDP: Entiendo… Bueno, cuéntenos ¿Cómo fue usted labrando, o mejor dicho, cómo fue usted rebañando la idea del libro?
GOCHI: Bueno, usted sabe que mi libro “Lee mientras cagas” trata de pequeños relatos idóneos para leer mientras… cagas. No sé si debería usar esta palabra en público, creo que lo diré como defecar. Mientras usted defeca suele llevarse una revista, o una Game Boy, pero a mí se me ocurrió que ese tiempo podría ser aprovechado para la lectura. Usted me entiende.
DDP: Su libro está tremendamente bien elaborado. Los relatos no son ni muy cortos ni muy largos. ¿Cómo encontró tal perfección a la hora de determinar la duración de cada relato?
GOCHI: Bueno, para empezar nuestro departamento de marketing de la Editorial Paloma de Mazorca hizo un riguroso y exhaustivo examen a todos los empleados y voluntarios. Ya sabe. Cronometramos a todos los participantes, por así llamarlos, cuando defecaban. La media fue de unos nueve minutos. Los había muy rápidos y muy lentos. Mi libro no debe venderse a los que defecan muy rápido. Ya sabe, dejarían los relatos medio leídos. Metimos nuestros datos empíricos en la base de datos, valga la redundancia, y elaboramos todo tipo de estadísticas. Llegamos a la conclusión de que los relatos deberían tener una duración de unos ocho minutos, pues el lector tarda más o menos un minuto en limpiarse el culo, ponerse los pantalones y lavarse las manos, si es que se las lava. Ya sabe.
DDP: ¿Cómo se tomaron sus empleados, los de la Editorial, que fueran cronometrados y vigilados a la hora de… ir al baño?
GOCHI: Bueno, en realidad todos estan contentos de haber participado en la creación de mi libro. No sé si me sigue.
DDP: No me mal interprete, pero hemos tenido una filtración de una empleada que dice no haberos dado su permiso, y no solo eso, sino que asegura haber sido grabada en el proceso por una cámara…
GOCHI: Bueno… No responderé a esa pregunta.
DDP: Si me permite una última pregunta, para finalizar ¿Va ha haber una segunda parte?
GOCHI: Bueno, en realidad mi mente no es repetitiva, ¿sabe? Pretendo abarcar otras ideas, ideas mejores y superiores. Seguramente mi segundo libro esté pensado para leerse mientras se orina, o mientras se hace el amor. El editor sugirió que escribiera para aquellos que esperan dos minutos delante del microondas mientras se hacen sus palomitas. Serían relatos de dos minutos de duración. Bueno, sea como sea, aún no tengo nada en claro, pero las ideas fluyen por mi mente.
DDP: Pues muchas gracias por haber participado en esta entrevista, y esperemos que su siguiente libro sea tan apreciado como el primero.
GOCHI: Gracias a ustedes por todo.
Autor: Germán Pérez Campo, 8 de Octubre del 2008.
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genial, genial, me he reído a gusto. Como siempre, Germán, me sorprende tu corrupta mente.
Sólo una cosilla: generalmente, en una entrevista el nombre del entrevistado y el entrevistador suele ir en mayúscula (Ej.: GOCHI: Hola, me llamo Gochi.). Otra cosa es que, en el final, cuando dice que no va a responder una pregunta, generalmente el entrevistado (ofendido) suele acabar la entrevista. Yo hubiera dejado esa pregunta como la última.
Otro tema (XD), creo que no es de surrealismo, ¿no? Es decir, esto hasta podría ser real. ¡En serio!
Genial de todas formas, Ger. Delirante.
Gracias por la crítica 🙂
Tomo nota.
Porque veo un sopaderelatos en el subtitulo de ese libro?? Soy un degenerado? xD
Que guapo Germán, yo no se de donde te sacas esas ideas, hijo mío, pero… uf xD. Eres un nocilla en toda regla.
Un saludo
oye champiñon, no entiendo na de tu comentario
Deberías explicarte xD
Tampoco sé que significa «nocilla» como adjetivo (tal vez persona de piel oscura relleno de avellanas y azucar).
creo que se refiere a un escritor que hizo un libro que se llamaba nocilla nosequé, no?
además, creo que tal escritor es físico
Sí, Agustín Fdez Mallo, hombre, Nocilla Dream, Nocilla experience y Nocilla noseké (que son 3 partes).
Ummmm… relleno de avellanas y azucar… xD
Pues que veo que algun dia sopaderelatos podria publicar un libro para leer en el WC… de relatos cortos de 9 minutos…
Seria muy grande… o no? xD
Vaya que sí, fomentaría la lectura por lo menos.
😀
La de antes era yo, Yadoi (Myfightclub513)
Está que te cagas! XDDD
No, en serio la idea es muy buena!