El refufio
- publicado el 24/03/2014
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Una nueva vida (Capítulo 5)
A la noche siguiente desperté pensando si lo que recordaba no eran más que sombras de un sueño o fue real. Me busque la cicatriz con la que todo empezó y allí estaba, recordándome que efectivamente todo fue real. Salí de mi piso para dirigirme al trabajo. Pensé si era necesario seguir trabajando en esta nueva vida, pero aunque no fuera así lo más probable era que en el camino encontrara a mi creador, o él me encontrara a mi, mejor dicho.
De camino al bosque miré la zona donde escondí el cadáver víctima de mi nuevo instinto depredador, pero para mi sorpresa no estaba allí. Me entró un repentino miedo por si lo había encontrado la policía y había descubierto que no tenía ni una gota de sangre, y descubrieran por mi culpa la posible existencia de vampiros. El miedo se incrementó cuando buscando en las imágenes del ataque que rondaban vagamente por mi cabeza no encontré recuerdo alguno de haberle cerrado la herida del cuello…todo fue culpa de la Bestia: en ese frenesí únicamente le importaba el hambre, y no proteger la existencia de su nueva raza.
Cuando llegué a la caseta (aún dándole vueltas al tema, buscando posibles salidas de esta situación) el guarda del turno anterior estaba esperándome enfadado. Me imagino que sería porque llegaba 30 minutos más tarde que de costumbre, pero ahora eso no me preocupaba en absoluto.
– ¡Que sea la última vez que llegas tarde!, ¡si no te gusta el turno de noche búscate otro trabajo, pero no me hagas esperar otra vez o se lo diré al jefe y que se busque a otro!, ¿entendido?
Noté algo extraño en mi interior, como una ligera chispa que hizo arder todo en mi interior. Notaba cómo la sangre me quemaba. Parecía que si no le contestaba acabaría consumiéndome por dentro.
– Que sea la última vez que se te ocurre gritarme, ¿me oyes? -le dije, usando un tono amenazador que no sabía que tuviera.
– ¡No pienso tolerar que me hables así! Ahora mismo iré a llamar al jefe, gilip…
Yo si que no pensaba tolerarle más tiempo, y le corté la frase con un puñetazo en plena cara. Seguía notando aquella sensación en mi cuerpo, y cuando le pegué me sorprendí de la fuerza con la que le di: la mandíbula se le rompió bajo mi puño con un chasquido, y cayó al suelo inconsciente a una distancia considerable.
– Así es como hay que hacerle callar, muy bien. Y además veo que ya sabes utilizar la sangre para aumentar tu fuerza, mi enhorabuena. -El hombre que me convirtió apareció a mi espalda, aplaudiendo lentamente. – Mi nombre es Tuner, y antes de abandonarte en este mundo he de enseñarte lo básico para que no pongas en peligro ni tu vida ni la de los demás, como por ejemplo no dejar cadáveres a la vista de cualquier persona que vaya a usar un contenedor… tienes la excusa de que fue la Bestia la que protagonizó tu primera caza. Te aviso de que por muy eficaz que pueda parecer, debes evitar perder el control a toda costa, ya que cada vez que le dejes el control de tu cuerpo irás perdiendo rasgos de tu humanidad, tanto físicos como psíquicos, y acabarás matando por placer tanto a desconocidos como a seres queridos, obligando a los vampiros de alto puesto a que pongan precio a tu cabeza, así que esconde mejor tus cacerías, ya que nuestra existencia no es del todo secreta.
Avergonzado por haber cometido semejante error en mi primera noche como vampiro no me atrevía a articular palabra, ya que no parecía de muy buen humor, así que seguí escuchándole en silencio.
– Hay mortales que están al corriente de nuestra existencia. Son los cazadores de vampiros, seres vinculados a la Iglesia Católica que matan vampiros creyendo que somos enviados del demonio. Algunos usan crucifijos, ajos, agua bendita y otros artilugios que sólo hacen efecto en las películas, pero otros están guiados por su Fe verdadera en Dios, y ese es un arma muy peligrosa. -Apartó de una patada las piernas del guarda, cogió una silla y se sentó. -Otra cosa que debes saber es que antes de alimentarte debes asegurarte de que tu víctima no es otro un vampiro. Los mortales son nuestra fuente de alimento, pero también puedes beber sangre de otro vampiro; ésta sangre rebosa de poder, otorgándote momentáneamente poderes que nunca imaginarías tener. Sin embargo, por muy tentador que suene, esto trae muy malas consecuencias y acabarías haciendo enemigos poderosos que acabarían destruyéndote.
Se levantó de la silla, y dirigiéndose a la puerta prosiguió:
– Ahora te presentaré al el jefe de la ciudad, el que maneja la comunidad vampírica, y después te dejaré libre. Aprenderás a manejarte y a usar tus poderes, aunque ya veo que algo sabes… -dijo, señalando al guarda que aún seguía inconsciente…¿o muerto? en el suelo. – La próxima vez que me veas ya sabrás dominar una buena parte de tus poderes. Y ahora pongámonos en marcha. Esperemos que el jefe te de permiso para permanecer en su ciudad tras este mal comienzo que has tenido, no me gustaría tener que matar a alguien de mi propia sangre…
- Un nuevo camino (Capítulo 3) - 15/04/2009
- Un nuevo camino (Capítulo 2) - 27/03/2009
- Un nuevo camino (Capítulo 1) - 21/03/2009
bravo! cada vez me tienes más enganchado. Hacía tiempo que no veía en este blog una saga así (con perdón para es resto de escritores, que también son geniales).
Sólo hay una pega… El mentor vampírico se llama «Tuner»??? Tuner?!? Es bakala? Jajajaj, me imagino ahí al vampiro bakala, con los cascos puestos y Chimo Bayo a tope volumen.
Gracias tio (por lo de chimo bayo digo)
A pesar de que te sigo felicitando y de que espero ansioso cada nueva entrega, te diré que:
– o él me encontrara a mi mejor dicho. Creo que falta una coma.
–Avergonzado por hacer que alguien haya tenido que arreglar mi fallo en mi primera noche aki kreo que falla el tiempo verbal.
–solo Tilde
–Otra cosa que debes saber es que antes de alimentarte debes saber si tu víctima es o no un vampiro Falta una coma en algun lado.
Lo siento… soy muy tikismikis, pero es lo que hay,… lo hago pork llegará a ser destacado!
Jaja, pues menos en la última frase, que creo que no le falta ninguna coma, en el resto tienes más razón que un santo, ahora mismo lo apaño, gracias.
PD: voy a tener que mandarle los relatos a camilo josé cela antes de publicar para que no se me queje la clientela… 😉
bueno, rectifico, no le falta ninguna coma pero con tanto saber tan seguido es cierto que suena raro, ahora lo cambio también…
las comas y en general los signos de puntuación son muy relativos y subjetivos. Mirad si no a José Saramago, que hace frases kilométricas. Y sus críticos tiene por ello, por supuesto
Yo he puesto… «creo que»… xD pero es una critica siempre constructiva….
Sin embargo, me encanta tu relato, quiero leer la continuacion!
Valeeee…. ya paro.
Vaya cambios de humor xD
¿Es realmente un vampiro o una mujer con menstruación? (perdonad por la broma de mal gusto, pero tenía que hacerla).
Ahora en serio. Estas creando un pepinazo imparable. Te felicito y espero que continues escribiendo más y más 🙂