La caída del guerrero
- publicado el 20/01/2014
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Un nuevo camino (Capítulo 2)
(Capítulo anterior:
https://sopaderelatos.com/2009/03/21/un-nuevo-camino-capitulo-1/)
… y me apuntó directamente a la cabeza. En su mirada vi determinación, y supe que no dudaría un segundo en apretar el gatillo si veía que le plantaba cara, así que decidí tirarme al suelo fingiendo estar malherida. El vampiro, al verme caer en mi intento de levantarme, rió de satisfacción, y comenzó a burlarse de mí, confiado:
– Vaya vaya, así que ahora mandan a una atractiva novata a hacer lo que no se atreven los antiguos vampiros, eh? – creyendo que la batalla ya se había decidido a su favor, decidió que no había nada de malo en seguir jugando un poco, y volvió a dispararme, esta vez en la pierna. – ¿Qué pasa, no puedes levantarte, guapa? ¿o es que me tienes miedo?
Riendo, se acercó más a mí, dejando de apuntarme al ver inminente su victoria. Yo, aislando el dolor del nuevo disparo recibido, conseguí centrarme y recurrir a la magia de la sangre. Pensando que sería peligroso hacerle arder (ya que, aunque fueran llamas creadas por mí, el miedo de los vampiros al fuego era muy peligroso, y podría hacerme perder el control y fracasar en mi misión) recurrí a otra de las Sendas que había estudiado. Levantando la mirada hacia mi aparente verdugo, hice un rápido movimiento con la mano, y ante la mirada de asombro del oponente, su pistola salió disparada hacia el fondo de la habitación. Aprovechando la confusión, volví a recurrir a la Senda del Movimiento Mental, pero como aún no tenía conocimiento suficiente como para conseguir levantar el peso de una persona, me centré en una de las armas de los ghouls muertos y la atraje hacia mí. El asustado vampiro, al ver mi intención, desapareció repentinamente, jugando con las sombras de la habitación.
Arma en mano, me levanté y busqué al oponente, pero no había rastro de él. Concentrándome, volví a observar el mundo de las auras, y una mancha pálida, ahora mezcla de colores negro y naranja, me reveló su escondite generado por sus poderes vampíricos, y me dio información de su estado: mi oponente estaba tan furioso como asustado, y eso jugaba a mi favor. Ahora que comprendía que luchaba contra magia vampírica su miedo le haría cometer errores. Mientras mi adversario permanecía escondido entre las sombras pensando cual debería ser su próximo movimiento, actué como si no supiera dónde estaba, y me fui alejando de su posición lentamente, dejándole espacio suficiente para que hiciera algo víctima del miedo, y cometiera un error mortal. No tuve que esperar mucho, ya que a mi espalda pude notar un movimiento; al mirar, vi como había abandonado su refugio para abalanzarse hacia el suelo, intentando coger el otro arma que sujetaba el cadáver del ghoul. Rápidamente le disparé, pero el retroceso de la automática me sorprendió tanto que no conseguí disparar dos veces a la misma posición debido al movimiento desequilibrado de mi brazo, y finalmente la automática se me cayo al suelo (jamás había disparado un arma de fuego, y menos de ese calibre). Una bala perdida de esa ráfaga fue a impactar en su pierna, pero hizo gala de su resistencia vampírica y ni siquiera cayó al suelo, aunque fue suficiente para que abandonara la idea de coger el arma. Me miró atónito, y al verme desarmada se lanzó hacia mí furiosamente. No pude esquivarlo a tiempo, y caí de espaldas con todo su peso encima de mí.
Forcejeé para soltarme, pero su fuerza era claramente superior a la mía. Me agarró de uno de mis brazos para evitar que me moviera, y a través de su tacto pude notara cómo su sangre estaba consumiéndose para aumentar sus atributos, hecho pude comprobar al recibir un puñetazo con una fuerza impresionante en mi rostro. Incapaz de responder de ninguna manera, esperé a que siguiera gastando sus reservas de sangre, mientras seguía encajando golpes a pesar de mis esfuerzos por esquivarlos. Tenía la nariz rota, y notaba un dolor palpitante en la espalda, donde me había disparado y donde había recibido también el impacto al caer al suelo. Mi vista se iba nublando poco a poco, así que decidí que era el momento de jugármelo a todo o nada…
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sigo flipando con lo bien que se te da esto.
Pero tengo una duda: si la vampiresa saca sus poderes de la sangre, y le han disparado, no deberían verse mermados?
Las escenas de acción som cojonudas. Muy bien descritas, y narradas.
Gracias señor, la duda que tienes es totalmente cierta: con la pérdida de sangre tiene capacidad para hacer menos «hechizos», por eso al final es incapaz de moverse prácticamente, y de ahí que ponga lo de jugarsela a todo o nada, porque con la poca sangre que le queda si falla en su intento puede ser fatal… pero eso se verá en el próximo capítulo…
Me canso mucho al leer, pero lo que lei, excelentes