Basil Trexon yacía profundamente dormido en la cámara de criogenización.  Sus ojos teñidos de luz azulada por los focos de la sala transmitían una sensación aun más gélida que el brillo de escarcha cercano a sus orificios nasales.

Era fácil identificarle como neokykölnita por su fisionomía humanoide, y su color de tez blanquecino, imposible de encontrar en otras criaturas bípedas. A simple vista no había nadie en la sala, pero fijándose con atención, un experto taxonómico de la RUV habría distinguido, camuflada en la pared, un ejemplar de Shulun en edad hembra.

Aquella Shulun había sido la anfitriona interprete del Presidente Trexon durante su primera y probablemente última RUV, debido a lo corta longevidad de los habitantes de Nueva Kyköln. Al no estar definida la graduación de los habitantes de su planeta, Trexon había tenido que viajar durante diez años criogenizado para llegar a la RUV, y viajar por métodos tradicionales. Guaarpjjk, que así se llamaba aquel ser Shulun, estaba bastante contenta, con el resultado de esta RUV, pues es de buen anfitrión Shulun, la poca intervención.

No había tenido que relajar a Trexon al llegar a la zona de intrusión RUV, donde llegan todos los invitados. No se había quedado encerrado allí mucho tiempo…señal de que los neokykölnitas iban superando sus miedos  (todavía recordaba los problemas que le dio el último grado 4 que había tenido que anfitrionar, que no quiso salir de la zona de intrusión y tuvo que devolvérsele al planeta Tierra con lavado cerebral hacía ya 7000 años. Se sentía culpable de los fallos cometidos por él, a su vuelta gobernando con graves lagunas mentales, pues aquel terrestre no estaba preparado para ver la RUV.)

Guaarpjjk pasaba las horas de vuelta estudiando las memorias de Trexon. No entendía muchos protocolos neokykölnitas ni cómo podían conservar ciertos aspectos de su cultura durante milenios, con su corta longevidad. La piel semilíquida de color argento de Guaarpjjk se estremeció al encontrar el nacimiento de Trexon en un cúmulo de sensaciones almacenadas en su memoria. Pensó en quitarselo para evitarle aquel sufrimiento, pero recordó que no debía, y que podían encerrarla hasta su siguiente paso a “Él”. Como no quería ser fundida al núcleo Shulun mil años antes prefirió indagar en otras áreas de la vida de Trexon. Los neokykölnitas actualmente se comunicaban telepáticamente como todos los entes que pretenden conseguir un grado 1; aunque no se lo habían otorgado porque seguían usando de manera protocolaria funciones fonéticas típicas de un grado 2.

 El carisma de Trexon, y las pruebas físicas obtenidas por sus científicos habían hecho que consiguieran el ansiado grado 2. Al menos no se volvía con las manos vacías.

La curiosidad de Guaarpjjk le llevó a buscar cómo habían encontrado un ser grado 4 terrestre pre-emigración a Kyköln, y uno grado 2, post-emigración. (Para encontrar una evolución genética, Basil Trexon había solicitado un análisis suyo propio de cuerpo presente en vida para demostrar que ellos eran el siguiente eslabón de esa cadena evolutiva). Pero esta vez Guaarpjjk entera empezó a vibrar y a perder plenitud lineal… Basil Trexon había previsto miradas en su memoria, y había conseguido eludirse de sus labores como Presidente Conciliador de Naciones de Nueva Kyköln, e ir a la RUV con el trabajo masticado…Es decir, no sabía nada de nada, nadie le había informado de los logros de su sociedad en los últimos cien años, ni de cómo habían localizado los cuerpos, no había viajado por su mundo…

De hecho estaba segura que aquel no era el verdadero Basil Trexon que le habían pedido que encontrase y abdujese… ¿quién era aquel hombre, que había conseguido lo que no habían podido veintenas de generaciones de Presidentes de Nueva Kyköln? Tenía que tranquilizarse…No, seguramente, nadie la había engañado, ¿cómo un grado 2 recién recibido iba a engañar a un Shulun en su tercera edad hembra  

“Tranquila Guaarpjjk “- se suavizaba a si misma –“si te sigues hinchando, perderás al menos cien años de edad hembra…”

 Pero el tema le seguía preocupando, ¿qué maldito ardid podían haber elaborado aquellas subdesarrolladas criaturas para engañarles a todos?…Otra vez plana y apoyada sobre la pared como otra plancha más de metal de aquel extraño método de transporte siguió mirando dentro de la memoria de Basil Trexon en busca de una explicación. Encontró un recuerdo escondido, que antes se le había pasado por alto. Antes de zambullirse en él comprobó que los indicadores le dijesen cuanto quedaba para llegar a Nueva Kyköln. Era poco tiempo para un Shulun, suficiente para zambullirse en esa memoria encontrada, y bastante como para que un Neokykölnita viajase sin criogenizarse.

Guaarpjjk entró en la memoria como los ojos de Basil Trexon. Pero algo raro sucedió. Alguien se sentó delante de él y empezó a producir sonidos fónicos. Basil los tenía transformados en su memoria. Por un momento no había reconocido la cara de su interlocutor, pero no entendía cómo podía ser cierto lo que decía. Basil Trexon estaba hablando en su memoria con… Basil Trexon!

Guaarpjjk no lo entendía todo, pues Basil (el dueño de la memoria que habitaba en ese momento, estaba adormilado y con problemas de lenguaje. ¿A qué se refería con que era un androide de clonación con memoria de captura? Al final de esa memoria los ojos de Basil dentro de la cámara criogenizada se cerraron, y Guaarpjjk se deshizo rápidamente convirtiéndose en un plateado charco en el suelo.  El androide se había apagado encerrando el alma mental hurgadora de la hembra Shulun dentro de su cerebro biónico a la par que indetectable. Tras el apagado cerebral, el androide ejecutó una serie de movimientos automatizados, salió de la capsula de criogenización para usar el transmisor de la nave y enviar su nueva graduación y el fin de las abducciones presidenciales, todo básicamente buenas noticias.

 El falso Basil Trexon, estrelló de forma kamikaze la nave en una de las lunas de Nueva Kyköln. El brillo en el cielo fue visto por los habitantes de medio hemisferio con júbilo, incluido Xan el nieto del verdadero Basil Trexon, que postrado en su burbuja plástica, y disfrutando de una jubilación merecida, recordó las historias que su abuelo le contaba cien años atrás sobre su mandato como presidente, y la creación de un clon androide con vida pública para evitar secuestros. Los ojos de Xan Trexon se entrecerraron, con una sonrisa en los labios, y murió apaciblemente.

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