Distancia
- publicado el 21/01/2014
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Ángel. Capítulo 2 (de 8)
Juan Luis dormía en la calle, cada noche. Todos los días se levantaba cuando los primeros rayos del Sol le atizaban, como martillos pilones, en toda la cara. Como no tenía a donde ir, no se iba a ningún sitio. Pasaba sentado en su banco enfrente del Corte Inglés de Princesa cerca de dos horas, pensativo, antes de marcharse a buscar algo que llevarse a la boca. Por supuesto, lo primero que tocaban sus labios en el día, no era comida. Lo primero que hacía era rebuscar en sus bolsillos algo de dinero, ganado el día anterior pidiendo en el metro. Lo poco que tenía lo invertía en el moro del bar de más abajo y con el hachís que obtenía se hacía un porro. Y aunque Juan Luis nadaba en mierda cada día, repetía siempre la misma rutina. Antes de fumarse el porro, volvía al metro a pedir y se iba a comer. Después volvía a su banco y tranquilamente consumía su droga. Pero seguía nadando en mierda, una mierda dulce y amarga, luminosa y oscura, pero siempre apestosa. Aún así, Juan Luis era relativamente feliz.
Había pasado por momentos peores. Momentos en los que creía haber encontrado a un ángel, un ángel llamado Claudia. Momentos que creyó que eran de salvación pero fueron de condena.
Mucho había llovido ya. Mucho desde que empezara a recorrer las calles incansablemente. Mucho desde que su propia vida le engañara y le obligara a tirar su alma por el retrete. Tanto tiempo que ya no sentía nada. No sentía ni amor, ni pena, ni siquiera nostalgia. Ni una sola lágrima había manchado su cara desde aquel día. Nunca más se volvió a sentir culpable. Nunca más volvió a pensar en el día en que mató a su mujer.
Todo por culpa de un ángel.
Yizeh
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Veo que has optado por empezar el primer capítulo desde el principio, y el último desde el final. Te ha quedado muy chu-chu-chuli 🙂
Gra-gra-gracias!!
Si si si!!
Creo k konozco a juan luis… es de esos que cuando se los llevan a un asilo o a algun lugar de proteccion vuelven al mismo sitio movidos por recuerdos pasados
Ya hablaré de Juan Luis, en el siguiente relato, cuando acabe con éste. Quizás.
reconozco que no voy a saber opinar de este relato hasta que lo termines. es un defecto que tengo: me gusta leer de un tiron, meterme en la historia y luego opinar.
aun asi, me gusta esa tecnica que utilizas de novela coral, como en tu otro relato «en vias de putrefaccion». es genial como se van uniendo las historias.
me reservo la opinion hasta que lo termines 😉
amelie…