Una nueva vida (Capítulo 13)

Mi rival sonreía con fuerzas renovadas, gracias a la sangre de Bruce. Recordé que el príncipe Thomas y mi creador Tuner me dijeron que beber sangre de otros vampiros estaba prohibido, pero también me avisaron de que eran una gran fuente de poder, por lo que supuse que la fuerza y velocidad sobrehumana que mostró Bruce durante la pelea ahora habitaban en él. Nada más pensar en ello dejó de ser una suposición y pasó a ser un hecho comprobado: el atacante prácticamente voló hacia mí con un movimiento imperceptible, y sin tiempo para asimilar la escena recibí de lleno un placaje. La fuerza del impacto fue brutal, pero lo que de verdad dolió fue la caída, ya que intenté amortiguar el golpe apoyando el brazo contra el suelo mientras todo el peso del cuerpo del contrincante caía sobre mí. El resultado fue una dolorosa fractura en el brazo al girar el codo en sentido contrario, dejando el antebrazo en un ángulo sobrecogedor.

Gritando de dolor intenté recolocármelo, pero el vampiro estaba aún encima mía, y arremetió contra mí de nuevo, esta vez con unos puñetazos directos a la cara. Intenté detenerlos, pero era muchísimo más rápido que yo, así que como pude intenté darle un garrazo con el único brazo en buenas condiciones que me quedaba. Éste dejó de atacarme y saltó de encima mía para esquivar mi golpe, liberándome. Aproveché la oportunidad para levantarme, y noté que una rodilla me fallaba debido a la caída, además de que, tras los golpes en la cabeza, estaba bastante mareado. A duras penas conseguí mantenerme en pié, aunque por poco tiempo: mi rival volvió a la carga con una patada en pleno estómago, que me mandó de nuevo al suelo. La imprevista caída hizo que me diera un gran golpe en la nuca, agravando mi mareo de forma instantánea hasta el punto de perder parte de visión, y amenazándome con perder el conocimiento.

Mientras estaba en el suelo le oí reír. Una risa que desbordaba confianza, ya que poco podía hacer ante alguien con tanto poder. Incorporé la cabeza, y aunque mi vista estaba borrosa, aún distinguía bien lo que pasaba: vi cómo se acercaba poco a poco, disfrutando su victoria a cada paso que daba; vi cómo a mitad de camino su mirada caía en la espada que Elena conjuró antes de morir; vi cómo se agachaba a recogerla, mientras reía aún más fuerte, y vi cómo se arrodillaba ante mi cuerpo. Intenté levantarme, pero mis fuerzas se habían agotado en la última caída. Alcé el brazo para intentar darle un garrazo, pero mis manos eran normales de nuevo; no tenía ni fuerzas para mantener mis poderes. Dejé caer el brazo y alcé de nuevo la mirada hacia mi verdugo, esperando el golpe final.

Sin poder hacer nada para evitarlo, vi cómo éste alzaba la espada a la altura de mi pecho. Cuando ya estaba hecho a la idea de que aquí acabaría todo, un destello de esperanza cruzó la sala: un gran lobo blanco cargó contra mi enemigo, desarmándole y tumbándole al instante. Asustado por el giro de situación tan repentino, tropezó al intentar resbalarse, oportunidad que el lobo supo aprovechar para lanzarse de nuevo hacia él, dándole dos zarpazos en pleno pecho. El hombre gritó mientras sangraba abundantemente, y consiguió zafarse de su atacante, empujándole. El lobo aterrizó al lado mío, y pude ver toda la grandeza que desprendía: su pelaje, del color más blanco que jamás había visto, reflejaba la escasa iluminación de la zona con destellos que llenaban la sala de majestuosidad. Su cuerpo era fuerte y robusto, y su expresión helaba la sangre, mostrando cada uno de sus dientes (de tamaño bastante considerable) en una mueca de pura furia.

Ayudándose de la velocidad que llevaba por el empujón que le habían dado, sé impulso con sus patas traseras y volvió a cargar contra su oponente, esta vez asestándole un mordisco en plena garganta. Su presa intentó con todos los medios quitárselo de encima, pero la pérdida de sangre y las poderosas mandíbulas de su atacante frustraron su intento, haciendo que quedara tumbado en el suelo, muriendo poco a poco entre las fauces del lobo. Sus movimientos fueron perdiendo fuerza, y los brazos que antes intentaron librarse de su opresor ahora estaban apoyados en el suelo, temblando a causa de su lenta e insalvable muerte. Finalmente, su cuerpo dejó de convulsionarse, y se deshizo en fino polvo.

Tras matar a su presa, el lobo aulló, llenando el silencio que reinaba en las alcantarillas.

Acto seguido, giró su cabeza y clavó sus ojos en mí.

6 Comentarios

  1. consigueaccesorios dice:

    Buenas, siento haber dejado tanto tiempo entre capítulo y capítulo, pero es que estaba liadillo estos dias… al final la saga esta llegará a 15 capítulos, asique aun me quedan un par. Ale, a ver si os gusta.

  2. Lascivo dice:

    Acción! acción! acción! Me gusta tu puesta en escena. Pero también creo que el final del capítulo es muy acelerado. Aún así, em gusta, me gusta, ya lo sabes. Me gusta tu estilo. Ahora bien, ¿por qué ha venido un hombre lobo? ¿Es un hombre lobo? ¿es bueno? ¿es malo?

  3. zilniya dice:

    Una escena de acción muy bien descrita, casi puedo ver los movimientos de los personajes, cosa difícil de conseguir en esta era de «la imagen (de TV, video, etc.) vale más que mil palabras» bien escritas.

    Dos puntos a tener en cuenta:
    – «pie» va sin tilde ya que se trata de un monosílabo.
    – «garrazo» no aparece en el diccionario, aunque parezca un derivado de «garra», la palabra correcta sería «zarpazo», que sí figura en el diccionario.

    Y eso es todo, son sólo dos faltillas en un texto de 768 palabras. Eso está pero que muy bien!

  4. champinon dice:

    Yo te dire algo parecido de lascivo, igual que te alargas a la hora de explicar la accion de la pelea, lo cual no esta mal, es un elogio,…

    Creo que la parte final, las descripciones y la accion, de pronto se aceleran muchisimo buscando que el final llegue cuanto antes… Pero me gusta mucho la historia y me alegro de que lo alarges dos capitulos mas

  5. consigueaccesorios dice:

    La verdad es que leyendolo da la sensación de que se me echara el tiempo encima o algo, pero simplemente quería dar a entender que desde la aparición del lobo hasta la muerte del vampiro no hay nada de tiempo, es decir que aparece y se lo carga prácticamente, demostrando que la superioridad que tenía ante nuestro protagonista no era nada comparada con la superioridad del lobo al luchar contra él, pero si es cierto que no se ha plasmado muy bien al final, para la próxima ya me aplico al 100%

    (y lo de pie con tilde ha sido un lapsus… lo de garrazo ya sé que no existía pero es que veo tan gráfica esa palabra que me da por usarla y usarla…)

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