Una nueva vida (Capítulo 6)

Fuimos hasta la ciudad y anduvimos por zonas en las que nunca había estado, camino de la residencia del jefe de la ciudad. Cuando Tuner veía a algún vampiro me lo señalaba y me contaba algo de él, lo que me hizo darme cuenta de que éramos muchos más de lo que me pensaba. También me aconsejó que memorizara el camino y que me buscara un refugio más adentro de la ciudad (en realidad dijo «que estableciera mi dominio», pero supuse que se refería a eso), porque las afueras son peligrosas y de vez en cuando aparecía algún lupino con ganas de cargarse unos cuantos vampiros. Tras escuchar historias sobre vampiros antiguos durante los veinte minutos de trayecto, llegamos ante un edificio que creía que estaba en construcción, pero que por dentro vestía un manto de lujo.

– Recuerda que debes dirigirte a él como príncipe, ya que así es como conocemos al mandamás de la ciudad en la sociedad vampírica, y mostramos nuestros respetos hacia él.

Tuner saludó al guarda del ascensor (me dijo que era un «ghoul», nombre que se le da a los mortales que trabajan al servicio de los vampiros importantes a cambio de un poco de su sangre para poder conseguir una minúscula parte del poder de éstos), y subió directamente a la sexta planta.

– El príncipe me dio permiso para crear un vástago, siempre y cuando le enseñara a cuidar del secreto de la no-vida. Ese eres tú, y tienes que demostrarle que no me equivoqué contigo. Sé educado y respetuoso, y conseguirás su permiso para permanecer en esta ciudad.

Las puertas del ascensor se abrieron, y mostraron una habitación con una puerta doble de madera de roble tallada, vigilada por dos de esos mortales…ghouls. Tras decirles Tuner que venía a presentarme ante el príncipe como su vástago, éstos abrieron las puertas, dejando ante nuestra vista una gran sala amueblada y adornada con un gusto muy anticuado a la par que elegante. Tenía las paredes con tela aterciopelada que hacían juego con la moqueta. En el centro, una gran silla a modo de trono servía de asiento a un hombre trajeado, que acariciaba a un gato en su regazo con elegancia mientras leía un libro. Al vernos entrar dejó al gato en el suelo (que corrió a esconderse detrás de un escritorio que ocupaba gran parte de la pared) a la vez que cerraba el libro y se acercaba a nosotros, estrechándonos la mano. En cuanto se puso en pié un aura de poder se apoderó de la sala. Su presencia llenaba la sala con majestuosidad.

– Saludos Tuner -éste inclinó la cabeza ante el príncipe en señal de saludo-. Veo que has traído a tu chiquillo -yo, imitando a mi creador, incliné la cabeza-.Bienvenido Andy, soy Thomas, Príncipe de esta ciudad. Tuner es un buen maestro, así que imagino que te habrá explicado todo lo relacionado con el mundo de la Estirpe.

¿Estirpe? era la primera vez que oía esa palabra para referirse a la sociedad vampírica, pero procuré no dar señales de confusión en presencia del príncipe.

– Así es, Thomas -respondió Tuner-. Todo lo que necesita saber por ahora se lo he explicado, el resto depende de él.

– Bien, pues entonces tienes mi permiso para permanecer en mi ciudad siempre y cuando cumplas estas seis normas, que será mejor que memorices bien: no revelarás tu verdadera naturaleza a los que no sean de la Sangre; tu dominio es tu propia responsabilidad, y los demás te deben respeto mientras se encuentren en él; únicamente podrás convertir a alguien con mi consentimiento, y si lo haces sin él tanto tú como tu chiquillo seréis ejecutados; si te diera permiso para crear progenie, hasta que les liberes estarán a tus órdenes, y sus pecados los pagarás tú; si cambias de ciudad deberás presentarte ante el príncipe de ésta, ya que sin su permiso no eres nada; y por último, tienes prohibido destruir a otro de tu especie a menos que yo declare su Caza de Sangre. Estas seis normas las has de cumplir al pie de la letra vayas donde vayas, o si no deberás aceptar tu castigo. Ahora, para probar si merecer pertenecer a la Estirpe, deberás hacer un trabajo para mí… Mañana mandaré a uno de mis ghouls en tu busca para que te informe. Ahora puedes irte.

El príncipe nos dio la espalda y se sentó de nuevo en su trono. Tuner me cogió del hombro y me empujó suavemente hacia la salida. Una vez fuera se detuvo frente a mí.

– Ahora eres libre. Creo que sabes lo necesario para poder sobrevivir, y poco a poco irás aprendiendo más. Desde ahora ya no estás a mi cargo, y sólo tú recibirás los castigos a tus pecados. Cuídate, y ya vendré a ver que tal te las arreglas tú solo -se giró y empezó a caminar él solo por la carretera. Antes de desaparecer de mi vista pude oírle susurrar-. Te estaré observando aunque no lo parezca.

Ahora me tocaba descubrir el mundo de la Estirpe por mi cuenta.

7 Comentarios

  1. Lascivo dice:

    deduzco que aquí se cierra una etapa en la historia de este relato y comienza una nueva… hum… ¿Qué nos deparará? ¿Chocolate? ¿Mazorcas? ¿Compresas?
    Me dejas intrigated, man.

  2. consigueaccesorios dice:

    Pues deduces bien, digamos que hasta aquí eran los comienzos, por eso muchos relatos han sido charlas y charlas, a partir de ahora que Andy está solo y trabajando para el Príncipe empieza una historia más movida con más acción y tal. El viernes el siguiente capítulo.

  3. Anónimo dice:

    bueno, queria decir el sabado, que me creia que era miercoles… bueno, pues viernes/sabado/domingo estará escrito

  4. consigueaccesorios dice:

    (ese era yo que no estaba iniciada la sesión)

  5. champinon dice:

    Aki acaba el ciclo de iniciado… ok ok …

    Pues animo con el siguiente!!

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