-¡Adelante mis soldados! ¡Hoy luchad con rabia, no hemos llegado aquí para hecharnos atrás! Cobarde el ultimo! el general gritaba consignas a sus hombres tras la escotilla del tanque despreocupado por su inexorable avance…

Los gritos de guerra se oian también a lo lejos, por donde ya se distinguía la humareda que generaba el enemigo mientras se acercaban los dos frentes a la batalla.  El general observó a sus soldados y intentó calmar sus propios miedos pues todos esperaban de él algo más de decisión que los demás.¡ No obstante había estado en más batallas que ellos! ¡¿Pero de que le servían las medallas en situaciones como aquella más que para saber cuál era el lado mas seguro para marchar sin ser atacado?! No podía irse a la retaguardia o sus soldados se acobardarían… Los soldados empezaron a lanzar algun que otro disparo, nerviosos pensando que así podrían volver a casa.

-¡Calmaos!!!-gritó exaltado el general. No tenían munición para andar derrochando de tan lejos, un par de tiros pasaron rozando por encima de los primeros hombres. Parecían disparos de aviso en respuesta de los suyos. El ejercito contrario a simple vista parecía muy grande y difícil de vencer, pero el general confiaba en sus posibilidades. Cuando fué capaz de ver el color de pelo de los primeros soldados enemigos, avisó a los que estaban en el interior del tanque que ya podían disparar, y volvió a arengar a sus soldados…

¡A la carga!- Y los soldados dispararon y empezaron a correr fusil en mano mientras cargaban una nueva munición por si llegaban a tiempo para dar con el cuchillo o acertar mas certaramente. De repente hubo un pequeño kaos porque los primeros soldados se pararon en seco y muchos se apelotonaron sin entender que pasaba bajando las armas… El general extrañado saltó corriendo del tanque y se acercó a la primera linea sin saber que pasaba…

-Dejadme pasar ¿ Por qué se pararan? -Todos se echaban a un lado boquiabiertos… Y cuando llegó al comienzo de sus soldados se llevó un susto. El ejercito enemigo estaba allí delante parado con caras de embobados igual que ellos. Pero lo que más le sorprendió es que le sonaba la cara del general, se acercó a uno de sus soldados de rango intermedio y le preguntó:

-¡Cabo!¿Por que se detienen? ¿Por qué no luchan?- preguntó el general sin darle la espalda al enemigo y mirandoles de reojo…

-Es que no se da cuent ¿ o qué? estamos delante de un gran espejo…-contestó el cabo.

-¿Un espejo? -el general sin creerselo se acercó al enemigo viendo que su general hacia lo mismo que él… Hasta que le tocó la mano, sin sentir su tacto. Realmente era un espejo y no se veía el final.

¿Su enemigo era un gran espejo?

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