La ventana

 

 

Ya amanece, los primeros rayos de sol entran por la ventana de mi habitación, no tengo ganas de levantarme, hoy no tengo «cole», es sábado, es uno de los días de la semana que más me gusta.

 

 

 

Mi madre entra en la habitación y me hace levantar, me ayuda a vestirme, me pone la ropa que yo elegí el día anterior.

 

Ahora vamos hacia la cocina a desayunar un poco de leche y cereales.

 

Al terminar de desayunar mi madre debe irse a trabajar y yo me quedo en la habitación, sentada en la silla del ordenador mirando por la ventana como se marcha a trabajar.

 

Por suerte tengo una vista muy bonita, desde mi habitación veo las montañas, el mar, y al lado de casa hay un puerto donde los pescadores amarran sus barquitas después de volver de pescar.

 

 

 

Ellos suelen llegar sobre las diez de la mañana y muchos ya me conocen, porque siempre ven que les estoy mirando, mientras llegan con las barcas, y siempre me saludan.

 

Ahora me pongo música, suelo escuchar música en español.

 

Mientras miro mi correo electrónico.

 

 

 

Va pasando el tiempo, hoy estoy un poco aburrida subo sobre la cama y vuelvo a mirar por la ventana, la gente hace su vida, los niños corren por la playa, las madres pasean a sus niños pequeños, las abuelas van a comprar para hacer la comida.

 

Ohhhh nooooo!! Cuidado! grito muy asustada, a un niño le cae la pelota en la carretera y la va a buscar, veo un coche que va hacia él, cierro los ojos …, no puedo mirar …, oigo un ruido muy fuerte.

 

 

 

Poco a poco me quito las manos de la cara y, qué horror, veo el coche contra el árbol al lado de casa, y aún peor, veo al niño acostado en el suelo lleno de sangre por las piernas.

 

Enseguida viene la ambulancia y se lleva al niño, ese niño me es muy familiar porque muchos días lo veo jugando en la playa con su pelota y su madre.

 

Cuando vuelve mi madre a casa le cuento lo que a pasado y ella enseguida se preocupa por ese niño, porque ella conoce a su madre.

 

Mi madre me dice que el niño está en el hospital, pero que aún no se sabe lo que tiene.

 

 

 

unos días despues del accidente de aquel niño, yo estoy mirando por la ventana y veo una silla de ruedas que se va acercando, de repente empiezo a llorar, es aquel niño al que atropellaron el otro día, ha quedado minusválido, al igual que yo, que no puedo hacer vida normal como hacía antes. Al igual que a este niño a mí también me atropelló un coche.

 

 

 

 

 

 

campomar
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1 Comentario

  1. Un relato muy conmovedor me ha gustado muchísimo relatos como este merecen la pena de ser leidos me he sentido muy identificada con este relato pues yo también soy una persona con discapacidad o minusvalía como las criaturitas de esta hermosa narración.

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